LONDRES, 11 ene (Reuters) - El liderazgo de Boris Johnson enfrentaba el martes a su amenaza más seria tras conocerse que su secretario privado invitó a más de 100 personas a una fiesta en la residencia oficial del primer ministro durante un confinamiento por el coronavirus.

Johnson, que obtuvo una aplastante victoria electoral en 2019, se ha visto sometido a un intenso escrutinio durante el último mes, tras salir a la luz un video en el que se veía a su personal riendo y bromeando sobre otra fiesta celebrada en Downing Street durante un confinamiento de Navidad de 2020.

Las revelaciones sobre una serie de fiestas celebradas en el corazón del Gobierno han recibido críticas generalizadas y llevaron a que el líder del opositor Partido Laborista, Keir Starmer, acusara a Johnson de carecer de autoridad moral para dirigir el país.

Esto último, si se ve respaldado por una investigación interna, sería lo más dañino hasta la fecha para el futuro de Johnson, en un momento en que sus propios legisladores muestran señales de estar perdiendo la paciencia tras una serie de escándalos, mientras los sondeos muestran que el partido marcha por detrás de los laboristas.

Johnson y su pareja Carrie fueron algunos de los que se reunieron con unos 40 empleados en el jardín de Downing Street el 20 de mayo de 2020, después de que el secretario privado del primer ministro, Martin Reynolds, enviara una invitación por correo electrónico usando el pronombre "nosotros", reportó ITV. El portavoz de Johnson declinó comentar la información.

En aquel momento, los colegios estaban cerrados para la mayoría de los alumnos, y los pubs y restaurantes estaban cerrados, con estrictos controles a la actividad social. La policía sancionó a gente por celebrar fiestas y las personas no pudieron despedir en personas a sus familiares fallecidos.

"Si el primer ministro se saltó la ley dimitirá, ¿verdad?", preguntó el diputado laborista Ben Bradshaw al tesorero general, Michael Ellis, que estaba sentado solo en la primera fila del banquillo parlamentario del gobierno para responder a nombre de Johnson.

"El primer ministro no se va a ninguna parte", dijo en medio de las protestas laboristas Ellis, quien se disculpó sin reservas por las molestias causadas. Pocos diputados conservadores asistieron al debate y pocos hablaron en apoyo de Johnson.

El laborista Afzal Khan, al preguntar si Johnson pedirá perdón por las fiestas a las familias de luto, contó cómo su madre murió sola en un hospital en 2020 mientras él estaba sentado en su auto fuera. "Apesadumbrada incluso por el dolor, mi familia obedeció las normas", afirmó.

Sue Gray, funcionario gubernamental de alto rango, está investigando en la actualidad al menos cinco fiestas celebradas en departamentos del Gobierno en medio de las restricciones del confinamiento.

(Escrito por Guy Faulconbridge; editado en español por Tomás Cobos y Carlos Serrano)