ESTAMBUL, 21 oct (Reuters) - El banco central de Turquía volvió a sacudir a los mercados al recortar el jueves su tasa de política en 200 puntos básicos, al 16%, lo que llevó a la lira a un nuevo mínimo histórico y logró la flexibilización exigida por el presidente Tayyip Erdogan a pesar del aumento de la inflación.

La entidad dijo que queda poco espacio para más bajas a los costos del crédito en 2021 debido a lo que llamó presión transitoria de precios sobre alimentos, energía y otras importaciones, que han disparado los costos de vida de los turcos ante la devaluación de la lira.

El recorte de tipos fue el doble de la estimación más moderada en un sondeo de Reuters, que pronosticaba que la tasa de recompra caería sólo 50 o 100 puntos básicos.

Presionado por Erdogan, que ha reemplazado a gran parte de los principales líderes de la institución este año, el emisor recortó las tasas en 100 puntos el mes pasado, lo que llevó a la lira a nuevos mínimos.

Los analistas calificaron el último recorte de imprudente dado que llevó los rendimientos reales del país a un fuerte descenso a terreno negativo. Además, es un movimiento contrario a la tendencia de un mundo en el que los bancos centrales están subiendo las tasas para evitar un pico de inflación global.

"La medida es consistente con la opinión de Erdogan, pero su política monetaria es simplemente incorrecta y ahora corremos el riesgo de (...) que la economía real se vea seriamente dañada por la moneda", dijo Ulrich Leuchtman, analista de Commerzbank. "Todo esto sólo puede terminar en un desplome de la lira".

La lira se hundió hasta un 3%, a un récord de 9,501 unidades por dólar, antes de reducir algunas pérdidas. En lo que va de año acumula ya un declive del 22%, con la mayor parte de la caída desde principios de septiembre, cuando el banco comenzó a dar señales moderadas.

Turquía tiene las tasas de interés reales más negativas en los mercados emergentes, señal de alerta para los inversores, y la lira ha estado entre las divisas de peor desempeño durante varios años consecutivos debido en gran parte a la escasa credibilidad monetaria.

La inflación general anual se aceleró al 19,58% el mes pasado y los precios de los alimentos, el transporte y la vivienda subieron aún más, perjudicando a Erdogan en los sondeos antes de las elecciones que deberían realizarse a mitad de 2023.

(Reporte adicional de Karin Strohecker en Londres; escrito por Jonathan Spicer; editado en español por Janisse Huambachano)