Para los bancos minoristas  

En general, fue un trimestre muy bueno para los principales bancos minoristas (JPMorgan, Bank of America, Citigroup, Wells Fargo y PNC Financial Services Group). 

Hay dos explicaciones para estos buenos resultados: 

  1. Una expansión muy clara del margen de interés neto porque estas instituciones están aprovechando al máximo la subida de los tipos. Su liquidez está mejor remunerada y sus préstamos se hacen a tipos más altos, pero todavía no han aumentado la remuneración de los depósitos de sus clientes en la medida de la subida de los tipos. En resumen, es realmente un buen momento para los bancos minoristas, pero no debería durar mucho. De hecho, los depósitos han empezado a caer por este motivo (los clientes se llevan su dinero a otra parte). 
  2. A pesar del contexto excepcionalmente desfavorable, los deudores (tanto consumidores como empresas) siguen siendo claramente solventes y gozan de buena salud. Todos los bancos han insistido en este punto. También observamos que las provisiones para impagos de créditos siguen en niveles muy bajos, con Citigroup, como siempre, haciendo de alumno malo (pero tienen una cartera muy internacional, expuesta a mercados más arriesgados que el estadounidense). Tenga en cuenta que la regulación es ahora muy estricta con el nuevo esquema CECL (Current Expected Credit Loss) aprobado en 2020, que de hecho obliga a los bancos a anticipar el estrés financiero de sus prestatarios incluso antes de que se produzca. La idea es, por supuesto, ver venir la tormenta con mucha antelación. A pesar de ello, las pérdidas de crédito siguen siendo muy bajas, señal de que la economía no está (todavía) en mal estado. 

Para los bancos de inversión 

Es globalmente menos bueno para los bancos de inversión (Goldman Sachs, Morgan Stanley, Jefferies), lo que por supuesto era de esperar, como hemos visto con la caída de los mercados. La congelación de la IPO es una de sus consecuencias. En cuanto al actual crash de los bonos, supone una gran tensión en los mercados de crédito, ya que las empresas buscan desapalancarse y acumular reservas para la tormenta que se avecina en lugar de endeudarse masivamente. 

También aquí se produce un efecto de ajuste "inverso", pero esta vez en una dirección desfavorable para los bancos de inversión: sus ingresos disminuyen, pero no así su estructura de costes. 

En este sentido, Goldman Sachs es un poco insólito al anunciar otra reorganización que levanta algunas cejas: la fusión de las actividades de "banca de inversión" y "trading" (a pesar de lo que parece un evidente conflicto de intereses) y la fusión de las actividades de " asset management" y "consumer banking" (que en realidad parece una admisión de fracaso por parte de Marcus, el departamento de banca minorista "retail banking" de Goldman Sachs, lo que demuestra lo difícil que es mezclar ambas (la banca minorista y la de inversión son en realidad dos negocios distintos). 

Evolución bursátil de los valores bancarios desde principios de 2022:

Preparándose para la tormenta que se avecina 

En general, todos los bancos parecen estar preparándose para un futuro difícil a corto plazo. Los funcionarios expresan su temor a una recesión. Habrán oído hablar de Jamie Dimon, que ha sido especialmente explícito en este tema, prediciendo una recesión el próximo año (2023) y señalando que los agentes económicos en su conjunto están subestimando dramáticamente la gravedad de los acontecimientos en Ucrania. Dicho esto, sus declaraciones de máxima prudencia aún no se están llevando a cabo. Una vez más, las provisiones para impagos se mantienen en niveles bajos. Del mismo modo, los préstamos brutos siguen siendo elevados, e incluso aumentan en Bank of America y Wells Fargo & Company

Todos los bancos han sufrido una fuerte desaceleración de las recompras de acciones tras la fuerte subida de las valoraciones bursátiles (por lo que se les puede felicitar por su timing). Por otro lado, es evidente que los dividendos se mantienen. 

Cabe señalar que los beneficios contables (ingresos netos) de los bancos no siempre son ilustrativos de la dinámica real por dos razones principales: 

  1. En primer lugar, para estimar la dinámica de las operaciones, es mejor fijarse en el beneficio antes de impuestos y de provisiones. Si nos fijamos en esto último, observamos que los grandes bancos han tenido en general un excelente trimestre; 
  2. En segundo lugar, por el mark-to-market, es decir, registrar el valor de los activos a su precio de mercado. 

Conclusión 

Como era de esperar, los resultados fueron buenos para los bancos tradicionales y no tan buenos para los bancos de inversión, que están sufriendo las turbulencias de los mercados financieros. Uno se pregunta con curiosidad si este trimestre no es el último rayo de sol antes de la tormenta que se avecina. El mercado parece haberse dado cuenta de ello con las recientes caídas de septiembre. 

No caigamos en un paralelismo demasiado confiado con la crisis financiera de 2008, los bancos están ahora más supervisados, regulados y tienen balances mucho más sólidos.