WASHINGTON, 25 ene (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se comprometió el lunes a potenciar el poder de adquisición de su gobierno, el mayor comprador individual de bienes y servicios a nivel mundial, para fortalecer la manufactura local y crear mercados para nuevas tecnologías.

El mandatario demócrata firmó una orden ejecutiva que busca cerrar las lagunas existentes en las disposiciones de "compre estadounidense", que se aplican a cerca de un tercio de los 600.000 millones de dólares que el gobierno federal compra cada año en bienes y servicios. El decreto hará más transparente cualquier excepción y creará un alto cargo en la Casa Blanca para supervisar el proceso.

"No compro por ningún segundo que la vitalidad de las manufacturas estadounidenses sea algo del pasado", dijo Biden a los medios antes de firmar el decreto. "Las manufacturas estadounidenses fueron el arsenal de la democracia en la Segunda Guerra Mundial y deben ser parte del motor de la prosperidad estadounidense ahora".

Biden reiteró los planes anunciados durante la campaña de sustituir la flota de autos federales con vehículos eléctricos fabricados en Estados Unidos.

Revitalizar el sector manufacturero, responsable de cerca del 12% de la economía estadounidense, es una parte clave del impulso mayor que busca Biden para subir los salarios, crear más empleo sindicalizado, respaldar a negocios propiedad de minorías y fortalecer las cadenas de suministro estadounidense, dijeron funcionarios de la Casa Blanca.

El impulso de las manufacturas estadounidense ha demostrado ser un desafío irritante para las administraciones previas, incluida la del expresidente Donald Trump.

"Estados Unidos no puede quedarse sentado al margen en la carrera para el futuro. Nuestros competidores no están esperando", dijo Biden. "Para asegurar que el futuro está hecho en Estados Unidos tenemos que ganar no solo los empleos de hoy, sino los de las industrias de mañana".

China superó a Estados Unidos como el principal centro manufacturero mundial en 2010 y fue responsable del 28% de la producción mundial en 2018, según datos de Naciones Unidas.

(Reporte adicional de Nandita Bose en Washington y David Ljunggren en Ottawa; editado en español por Carlos Serrano)