WASHINGTON, 22 nov (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, propuso el lunes a Jerome Powell para un segundo periodo al frente de la Reserva Federal, extendiendo un mandato que empezó un poco por casualidad, sobrevivió a feroces críticas del Gobierno anterior y ahora permitirá al exejecutivo de inversiones completar la reforma monetaria más importante desde la década de 1970.

Lael Brainard, integrante de la junta de gobernadores del banco central, también era una candidata fuerte para liderar la Fed, pero Biden decidió postularla a la vicepresidencia del organismo, dijo la Casa Blanca en un comunicado.

"Si bien aún queda más por hacer, hemos logrado un avance notable en los últimos 10 meses para que los estadounidenses vuelvan a trabajar y nuestra economía avance otra vez", dijo Biden, un presidente demócrata, en comentarios enviados por correo electrónico a periodistas.

"Este buen resultado es el testimonio de la agenda económica que he llevado adelante y de las medidas decisivas que ha tomado la Reserva Federal", expresó.

Powell, de 68 años, tiene aún que ser confirmado por el Senado, actualmente controlado por el Partido Demócrata, aunque muy dividido.

La decisión de repostular a Powell, un republicano y exejecutivo de capitales privados colocado en el principal cargo de la Fed por Donald Trump, renueva un enfoque bipartidista al mando del banco central. Varios senadores republicanos ya lo habían respaldado a pesar de compleja relación que tuvo Powell con el exmandatario.

Los índices bursátiles estadounidenses subieron con fuerza en las primeras operaciones tras la noticia. Los rendimientos de los bonos del Tesoro también aumentaron y el dólar se fortalecía.

El nombramiento de Powell había sido alentado por varios inversores y economistas con inclinaciones conservadoras y liberales.

Pero la controversia sobre la negociación de acciones durante la pandemia de dos expresidentes regionales de la Fed enturbió el proceso, con llamamientos a una reforma más amplia.

Powell cambió el tono rápidamente, implementando nuevas reglas de ética para los altos funcionarios de la Fed, mucho más estrictas incluso que las que sus críticos en el Congreso están aplicando.

En última instancia, la continuidad y el dominio de la política monetaria por parte de Powell a través de la crisis del coronavirus resultaron decisivos.

Sus acciones rápidas y agresivas al comienzo de la pandemia de coronavirus a principios de 2020 fueron ampliamente aplaudidas como medidas que evitaron otra Gran Depresión.

Más tarde, algunos elogiaron su enfoque en el empleo en el nuevo marco de políticas que lanzó hace poco más de un año y otros argumentaron que sería demasiado arriesgado remover al presidente de la Fed durante una transición sensible por las medidas de emergencia tomadas durante la emergencia sanitaria.

"Fundamentalmente, si queremos seguir avanzando en el éxito económico de este año, necesitamos estabilidad e independencia en la Reserva Federal, y tengo plena confianza tras su prueba de fuego durante los últimos 20 meses en que el presidente Powell y la doctora Brainard proporcionarán el liderazgo sólido que nuestro país necesita", dijo Biden en el comunicado.

La recuperación actual, de manera algo inesperada, ha producido riesgos de inflación persistente incluso con 4,2 millones de puestos de trabajo perdidos debido a la pandemia, un conflicto potencial entre los objetivos de la Fed de mantener el máximo de empleo y precios estables.

(Reporte de Howard Schneider y Jeff Mason. Editado en español por Marion Giraldo)