Tras llegar a la Casa Blanca el 20 de enero, fecha histórica para el relevo entre presidentes, los índices estadounidenses disfrutaron de una buena revalorización, aunque no tanto como tras su elección. Nuestro trío de índices S&P 500, Dow Jones y Nasdaq 100 subieron un 1%, un 0,78% y un 1,66%, respectivamente, frente a los +2,53%, +3,57% y +2,74% del 6 de noviembre. Han surgido nuevas "operaciones Trump", mientras que otras han resultado más bien decepcionantes.

En nuestro análisis de noviembre comentamos que el S&P Oil & Gas Exploration & Production Select Industry y el S&P 500 Banks fueron los índices más revalorizados tras la elección del presidente, ya que se consideraba que se beneficiarían del crecimiento económico previsto por la administración Trump. Estos selectivos siguen su tendencia al alza, pero con menos intensidad que tras las elecciones y, desde luego, no solo por el resultado de estas. De hecho, los bancos, que son los primeros en publicar resultados, registraron cifras excepcionales, mientras que el precio del barril de petróleo repuntó con fuerza a finales de diciembre, impulsando nuestros índices.

En el lado de la renta variable, las mayores ganancias recientes vinculadas al Trump Trade han correspondido a operadores de prisiones privadas como The Geo Group y CoreCivic, que, tras dispararse un 42% y un 29% respectivamente tras las elecciones, han avanzado un 26% y un 6% desde el 1 de enero.

La otra apuesta ganadora ha sido Tesla, cuyo líder, Elon Musk, sigue al lado del presidente. La cotización ha subido un 3,06%, habiendo escalado ya un 93,25% en los últimos tres meses. Esto puede parecer contradictorio, dado el prejuicio contra los coches eléctricos de Donald Trump.

El Trump Trade también se centró en los prestamistas hipotecarios Freddie Mac (Federal Home Loan Mortgage Corp) y Fannie Mae (Federal National Mortgage Association), dos grupos que han estado bajo supervisión estatal desde su colapso en 2008, y que volverán a ser de propiedad privada. El precio de la primera subió un 14,88% el 20 de enero, mientras que la segunda ganó un 25,77%. Estas subidas las sitúan en una trayectoria demencial de +86,6% y +110,52%, respectivamente, desde el 1 de enero de 2025.

Por último, Bitcoin ha sido otro de los ganadores gracias a las promesas de Trump de poner fin a la postura anticripto de la Comisión de Bolsa y Valores, reducir la regulación y crear una reserva gubernamental, que sus más fervientes partidarios esperan que crezca y sea tratada como una reserva de divisas, como el oro. Tanto el bitcoin como la segunda criptomoneda, el éter, han subido alrededor de un 40% desde las elecciones. Seguramente ya haya oído hablar del lanzamiento de la criptodivisa TRUMP, que también protagonizó una avalancha especulativa al otro lado del Atlántico.

Sin embargo, otras apuestas no han salido tan bien paradas: la posible recuperación de las pequeñas capitalizaciones ha sufrido un varapalo; el índice Russell 2000 ha perdido todo su impulso poselectoral, y la continuidad en la política de relajación monetaria está amenazada por las posibles presiones inflacionistas derivadas de las medidas del presidente estadounidense, pues podría obligar a la Fed a mantener altos sus tipos de referencia, penalizando a la inversión y a los pequeños valores. Por último, Trump Media & Technology se ha disparado un 17% desde principios de enero, pero se ha mantenido estable desde las elecciones. Al final, no está claro cómo van a ganar dinero sus accionistas con Trump en la Casa Blanca.