Por Paul J. Davies y Anna Hirtenstein 
   THE WALL STREET JOURNAL 
 

El diferencial de rentabilidad de la deuda a 10 años de Estados Unidos y Europa se ha reducido al nivel más bajo en más de un mes, ya que la de los valores del Tesoro estadounidense ha rebotado y la de los bunds alemanes ha caído en los últimos días. Esto indica que los inversores están cambiando su opinión sobre la evolución relativa de las dos economías: la sólida recuperación de Estados Unidos se ha descontado ya y el mayor ritmo de las vacunaciones del Covid-19 en Europa está aumentando las esperanzas de que en el verano haya un mayor crecimiento en el continente, según inversores y analistas.

El interés de la deuda a 10 años de Estados Unidos bajó el martes al 1,596%, frente al máximo del 1,744% que mostraba a finales de marzo, según Tradeweb. Mientras, el interés de la deuda alemana a 10 años se situó en el -0,243%, frente al -0,381% a finales de marzo y cerca de su máximo del -0,233% de finales de febrero. Los intereses bajan cuando los precios de los bonos suben y viceversa.

El descenso de las rentabilidades de los valores del Tesoro estadounidense se ha producido pese a los sólidos datos macro del país, que revelan una mejoría del mercado laboral y una aceleración de la inflación. Estos datos normalmente provocarían un repunte de los intereses de la renta fija porque los inversores sacarían fondos de los activos seguros.

"El mercado ha estado intentando descubrir qué estaba descontado y los inversores se han dado cuenta de que gran parte de las buenas noticias ya estaban ahí", indica Steve Englander, director de análisis mundial de divisas y estrategia macro de Norteamérica en Standard Chartered. Al mismo tiempo, dijo que los inversores han "pasado del pesimismo total sobre el euro a un pesimismo ordinario sobre el euro".

La diferencia entre las rentabilidades de la deuda a 10 años de Estados Unidos y Alemania se redujo desde un máximo de 2,04 puntos porcentuales el 31 de marzo a menos de 1,84 puntos porcentuales el martes, según Tradeweb.

Konstantin Veit, gestor de carteras en Pimco, comenta que aunque muchos países europeos siguen confinados, las vacunaciones se están acelerando hacia lo que espera que sea su velocidad máxima para mediados de mayo.

"La economía europea sigue cerrada en gran medida, pero se espera que el periodo de datos más sólidos esté a la vuelta de la esquina", señala.

La esperanza de una mejor perspectiva y el aumento de las rentabilidades europeas lleva a algunos inversores a preguntarse si el Banco Central Europeo hará alguna señal de que tiene previsto realizar cambios en sus políticas tras la reunión de tipos de interés del jueves. Se han incrementado las expectativas de inflación de la región, pero Veit no cree que esto baste para provocar un viraje en la política monetaria.

Las características técnicas del posicionamiento en el mercado y los flujos podrían haber contribuido también a la modificación de las rentabilidades.

Algo que potencialmente está impulsando al alza las rentabilidades en la eurozona es que el BCE no está comprando tantos bonos cada semana como el mercado esperaba, aunque en marzo dijo que aceleraría el programa de compras en parte para impedir el endurecimiento de las condiciones crediticias en la región.

La demanda de préstamos por parte de empresas en la eurozona se redujo y los bancos endurecieron los estándares crediticios en el primer trimestre de este año, según el sondeo sobre crédito más reciente del BCE, publicado el martes. Esto podría asestar un golpe a la lenta recuperación económica del bloque.

Al mismo tiempo, los inversores tienen grandes posiciones cortas en deuda pública europea, o apuestas a una subida de las rentabilidades en el continente, según David Bieber, analista de Citigroup. Esto contrasta con el posicionamiento en los futuros de los valores del Tesoro estadounidense, donde los inversores han estado recogiendo beneficios sobre las persistentes apuestas en contra de los bonos del país desde su reciente máximo de rentabilidad, reduciendo drásticamente las que eran las mayores posiciones cortas desde 2005, añade Bieber.

Sigue habiendo mucha incertidumbre tanto respecto a las rentabilidades de Estados Unidos como a las de la eurozona debido a la propagación de nuevas cepas de Covid-19, que podrían ser más resistentes, o no, a las vacunas. Cualquier señal de que las vacunas no funcionan tan bien como se esperaba probablemente provocaría descensos de los intereses en ambos mercados porque los inversores buscarían refugio en los activos más seguros.

La menor distancia entre las rentabilidades de la deuda estadounidense y de la eurozona también tiene implicaciones para las divisas y es una buena explicación de la depreciación del dólar desde finales de marzo. El índice ICE Dollar, que hace seguimiento del billete verde frente a una cesta de divisas, está ahora un 2,4% a la baja. Y el dólar ha perdido un 2,8% frente al euro.

"La pérdida de impulso alcista [en las rentabilidades estadounidenses] ha supuesto el fin del principal motor para un dólar sólido en el corto plazo", apunta Lee Hardman, estratega de divisas en MUFG.

-Escriba a Paul J. Davies a paul.davies@wsj.com y Anna Hirtenstein a anna.hirtenstein@wsj.com

Versión española de María Elsa González maria.gonzalez@dowjones.com

Editado por CLP

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April 21, 2021 03:00 ET (07:00 GMT)