Desde hace un mes, y a pesar de toda la agitación por la guerra de Ucrania, el toro alcista (Bull) ha tomado la delantera al oso bajista (Bear) en la bolsa. Pero si nos basamos en los precios del 1 de enero, es el oso el que sigue en cabeza. De ahí la idea de este furioso tira y afloja entre los dos bandos, nte los abucheos de sus respectivos aficionados.
¿Quién ganará el tira y afloja entre la subida y la bajada de los mercados de renta variable? Si tiene una respuesta clara y segura, seguramente será de interés para un banco de inversión o un gestor de activos. Los financieros navegan a ciegas en este momento, tratando de averiguar cuál de las incógnitas primará sobre las demás en las próximas semanas.
A mi izquierda, el toro es un animal nervioso que intenta salir adelante. Tiene a su lado a los bancos centrales y sus juntas monetarias, el insaciable apetito de los inversores por la renta variable o la insolente fortaleza de la economía estadounidense.
A mi derecha, el oso es poderoso y puede salir de su guarida en cualquier momento. Bebe de la escasez, de la guerra en Ucrania y del aumento de los precios con todas sus malsanas variantes, desde la sobreinflación hasta la estanflación.
Dibujo de Amandine Victor