El misterioso socavón de 36,5 metros de diámetro que surgió a finales de julio ha provocado la movilización de las autoridades locales y ha llevado al regulador minero a suspender las operaciones de una mina cercana, propiedad de la canadiense Lundin, en el distrito norteño de Candelaria.

"Vamos a llegar hasta el final con las consecuencias, a sancionar, no sólo a multar", dijo la ministra de Minería, Marcela Hernando, en un comunicado de prensa, añadiendo que las multas suelen ser insignificantes y que el fallo debe ser "ejemplarizante" para las empresas mineras.

Las autoridades chilenas no han dado detalles de la investigación sobre las causas del socavón.

Los medios de comunicación locales y extranjeros mostraron varias imágenes aéreas del enorme agujero en un campo cercano a la explotación de Lundin Mining, a unos 665 kilómetros al norte de la capital chilena. Inicialmente, el agujero, cerca de la localidad de Tierra Amarilla, medía unos 25 metros de ancho, con agua visible en el fondo.

La empresa canadiense posee el 80% de la propiedad, mientras que el 20% restante está en manos de las japonesas Sumitomo Metal Mining Co Ltd y Sumitomo Corp.

El ministro añadió que aunque el regulador minero del país había realizado una inspección en la zona en julio, no pudo detectar esta "sobreexplotación".

"Eso también nos hace pensar que tenemos que reformular lo que son nuestros procesos de inspección", dijo.