El Banco Popular de China (PBOC) dijo que recortará el coeficiente de reservas obligatorias para los bancos en 25 puntos básicos (pb), a partir del 5 de diciembre. Esto reduciría el ratio medio ponderado para las instituciones financieras al 7,8%, dijo el banco central.

El recorte, que sigue a una reducción de 25 puntos básicos en abril, había sido ampliamente esperado después de que los medios de comunicación estatales citaran el miércoles al gabinete diciendo que China utilizaría recortes oportunos del coeficiente de reserva, junto con otras herramientas de política monetaria, para mantener una liquidez razonablemente amplia.

El PBOC ha estado caminando por la cuerda floja en materia de política, tratando de apoyar la desaceleración de la economía, pero deseoso de evitar grandes recortes de los tipos que podrían alimentar las presiones inflacionistas y arriesgar las salidas de China, mientras la Reserva Federal y otros bancos centrales suben los tipos de interés para luchar contra la inflación.

La segunda economía del mundo sufrió una amplia desaceleración en octubre y un reciente repunte de los casos de COVID-19 ha profundizado la preocupación por el crecimiento en el último trimestre de 2022. La economía ya se encontraba bajo la presión de un descenso inmobiliario y del debilitamiento de la demanda mundial de productos chinos.

El lunes, el banco central mantuvo sus tipos de interés de referencia sin cambios por tercer mes consecutivo, ya que la debilidad del yuan y las persistentes salidas de capital limitaron la capacidad de Pekín de suavizar las condiciones monetarias para apoyar la economía.

En los últimos meses, el gobierno ha desplegado una serie de medidas políticas para apoyar el crecimiento, centrándose en el gasto en infraestructuras y en un apoyo limitado a los consumidores, al tiempo que ha relajado las restricciones de financiación para rescatar el sector inmobiliario.

El miércoles, el PBOC emitió un aviso en el que esbozaba 16 medidas para apoyar al sector inmobiliario, entre las que se incluían prórrogas para la devolución de préstamos, en un importante impulso para aliviar una crisis de liquidez que ha asolado al sector desde mediados de 2020.

Las ciudades chinas han impuesto cierres y otras restricciones para frenar un nuevo aumento de los casos de coronavirus, lo que ha ensombrecido las perspectivas económicas y ha hecho que se pierdan las esperanzas de que China vaya a suavizar de forma significativa su dura y atípica postura sobre el COVID en breve.

La economía creció sólo un 3% en los tres primeros trimestres de este año, muy por debajo del objetivo anual de alrededor del 5,5%. Los analistas esperan que el crecimiento para todo el año se sitúe ligeramente por encima del 3%.

(1 dólar = 7,1640 yuanes chinos renminbi)