Coca-Cola, Pepsi, Starbucks y McDonald's, símbolos de la presencia occidental en Rusia, han anunciado que suspenden sus operaciones y ventas en Rusia en respuesta a la invasión de Ucrania por parte del ejército de Putin.

McDonald's Corp anunció el martes que cerrará temporalmente todos sus 847 restaurantes en Rusia, incluyendo su icónico local de la Plaza Pushkin, aumentando la presión sobre otras marcas globales para que detengan sus operaciones en el país después de que Moscú invadiera Ucrania. Los cierres le costarán al operador de restaurantes estadounidense 50 millones de dólares al mes para seguir pagando los salarios de sus 62.000 empleados en Rusia.

La llegada de McDonald a Rusia se remonta a la caída de la URSS y marcó la voluntad de la nueva Rusia de llegar a un acuerdo con los países occidentales.

Starbucks también ha puesto el cartel de "cerrado" en cientos de tiendas, mientras que Pepsi y Coca Cola han anunciado una serie de suspensiones. Pepsi sólo seguirá vendiendo en Rusia productos esenciales como leche y alimentos para bebés.
Se unen al éxodo de marcas mundiales como Adidas, Estée Lauder y Calvin Klein, así como de los gigantes energéticos Shell, BP Plc y Exxon Mobil, lo que supone un golpe para el presidente ruso Vladimir Putin y la economía del país.