BIRMINGHAM, Inglaterra, 5 oct (Reuters) - La primera ministra británica, Liz Truss, pidió el miércoles a su Partido Conservador que confíe en ella, prometiendo que liderará al Reino Unido durante los "días de tormenta" y que transformará una economía estancada, en un intento por restaurar su autoridad sobre un partido en rebelión.

Dirigiéndose a los legisladores y miembros conservadores en una conferencia anual asolada por las disputas internas y la confusión política, Truss trató de asegurar a su partido, al público y a los inversores que su plan es el camino correcto para reavivar el crecimiento.

Manifestantes con una pancarta que preguntaba "¿quién ha votado esto?" interrumpieron la conferencia en un inicio, lo que pareció encender al público y a la primera ministra, cuyas críticas a lo que llamó "la coalición anticrecimiento" recibieron fuertes vítores y aplausos.

Para muchos de los asistentes, Truss, que ha admitido que no es la comunicadora más hábil, había hecho un trabajo decente en un momento en el que está bajo la presión de lo que un miembro conservador llamó "algunas serpientes en el partido" que socavan sus planes.

Truss podría haber ganado un poco más de tiempo para reafirmarse sobre un partido que está cada vez más dividido y temeroso de las encuestas de opinión que muestran que podría ser prácticamente borrado en las elecciones nacionales. Algunos legisladores conservadores están cuestionando abiertamente si ella debería estar al mando.

"Estoy dispuesta a tomar decisiones difíciles. Pueden confiar en que haré lo que haga falta. El statu quo no es una opción", dijo a los miembros del partido en Birmingham, en el centro de Inglaterra.

"Nos reunimos en un momento vital para el Reino Unido. Son días de tormenta (...) Tenemos que dar un paso adelante. Estoy decidida a poner a Gran Bretaña en marcha, a superar la tempestad y a situarnos en una posición más fuerte".

La conferencia, que se esperaba fuera un momento de orgullo para Truss luego de convertirse en primera ministra el 6 de septiembre, se ha vuelto una pesadilla personal después de que anunció una nueva política económica que provocó una crisis de confianza entre los inversores.

Su intento de recortar 45.000 millones de libras (51.000 millones de dólares) en impuestos y aumentar el endeudamiento público hizo que los mercados cayeran en picado y que su partido se enfrentara a un posible colapso electoral.

Obligada a dar marcha atrás en la supresión de la tasa impositiva máxima, Truss se vio abiertamente cuestionada por legisladores y ministros en relación con otras áreas políticas, en marcado contraste con el sentido de la disciplina exhibido la semana pasada en una conferencia del opositor Partido Laborista, que ahora lleva una clara ventaja en las encuestas.

"Durante demasiado tiempo, el debate político ha estado dominado por cómo distribuir un pastel económico limitado. En lugar de eso, tenemos que hacer crecer el pastel para que todo el mundo reciba un trozo más grande", dijo Truss. "Por eso estoy decidida a adoptar un nuevo enfoque y sacarnos de este ciclo de altos impuestos y bajo crecimiento".

Aunque los mercados se han estabilizado en gran medida después de que el Banco de Inglaterra intervino para apuntalar el mercado de bonos -después de que el costo de los préstamos se disparó-, los sondeos de opinión apuntan ahora a un colapso electoral para los conservadores.

(1 dólar = 0,8787 libras)

(Escrito por Kate Holton y Elizabeth Piper; reporte adicional de William James y Farouq Suleiman; Editado en Español por Ricardo Figueroa)

Por Elizabeth Piper, Alistair Smout y Andrew MacAskill