El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó en agosto una ley de 430.000 millones de dólares que, entre otras medidas, excluye a Hyundai Motor Co y a su filial Kia Corp de los créditos fiscales federales porque todavía no fabrican vehículos eléctricos en Norteamérica.

El Ministerio de Asuntos Exteriores dijo que había propuesto que Estados Unidos ofreciera créditos fiscales federales para vehículos eléctricos a esas empresas con inversiones previstas en Estados Unidos.

En mayo, Hyundai Motor Group dijo que invertiría más de 10.000 millones de dólares en Estados Unidos de aquí a 2025 para reforzar la colaboración con empresas estadounidenses en tecnología avanzada, como la robótica, la conducción autónoma y la inteligencia artificial, entre otros campos.

El Departamento del Tesoro y el Servicio de Impuestos Internos de EE.UU. comenzaron a buscar comentarios públicos sobre la nueva ley el mes pasado.

Corea del Sur reiteró su posición de que la nueva ley puede violar normas comerciales como el acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y Corea del Sur y los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio.

Hyundai Motor Group puso la primera piedra de una planta de vehículos eléctricos y baterías de 5.540 millones de dólares en Estados Unidos a finales del mes pasado, con el objetivo de comenzar la producción comercial en la primera mitad de 2025 con una capacidad anual de 300.000 unidades.