• Roche Bobois, embajadora del "Art de Vivre francés"

Roche Bobois es uno de los principales actores del sector del mueble de hogar, con 333 tiendas, principalmente en Estados Unidos y Canadá (37% de las ventas) y Francia (29%). El grupo está posicionado en la gama alta del mercado y en el segmento de lujo, así como en el segmento medio con su filial Cuir Center, que representa el 10% de las ventas. Roche Bobois se apoya en una red de distribución eficaz, dos tercios de la cual están constituidos por franquiciados, lo que le permite limitar los costes de inversión, facilitar la expansión geográfica y aprovechar el conocimiento del mercado de los franquiciados. La empresa recurre a un gran número de diseñadores, ofrece una gama de colecciones temporales y dispone de un amplio catálogo. La estrategia está dando sus frutos, ya que financieramente el grupo ha conseguido triplicar su rentabilidad neta respecto a su primer ejercicio publicado en 2018. El endeudamiento es bajo, los ratios de rentabilidad son elevados y el flujo de caja libre supera el beneficio contable. Por último, la cartera de pedidos es saludable, lo que debería conducir a otro sólido ejercicio financiero este año.

  • Esker, la mayor de las pequeñas empresas de software

Esta empresa de Lyon está dirigida desde 1985 por su fundador, Jean Michel Bérard. Esker ofrece soluciones de software para optimizar la gestión documental y los procesos de negocio de las empresas. Con 38 años de experiencia a sus espaldas, fue en 2007 cuando la empresa empezó a despegar realmente con la implantación gradual de un modelo de suscripción (SaaS). Hoy en día, el 80% de las ventas son recurrentes, una ventaja que da a la empresa una visibilidad óptima de cara al futuro. Los ingresos se han cuadruplicado en los últimos 10 años. Esker realiza la mayor parte de su actividad en Europa. También tiene una fuerte presencia en América (42%) y, en menor medida, en Asia-Pacífico. Los márgenes son estables, pero los beneficios siguen una fuerte trayectoria ascendente, en línea con los ingresos. Se paga un dividendo, que se ha incrementado regularmente a lo largo de los años. Es coherente con la capacidad financiera, y la dirección se ha comprometido a mantener un balance saneado. Para el ejercicio en curso, Esker prevé un crecimiento de entre el 14 y el 15% con respecto a 2022.

  • Séché Environnement, una empresa que sigue siendo de carácter familiar

Otra historia familiar, la de Séché Environnement, esta vez con dos generaciones sucesivas, desde el fundador, el padre, hasta el actual director, su hijo. Con sede en Mayenne, esta empresa está especializada en residuos, principalmente peligrosos (63% de las ventas). La empresa presta una serie de servicios a la industria y a las autoridades locales, que incluyen la recogida, clasificación, recuperación, tratamiento, descontaminación y remediación de suelos. El Grupo genera el 70% de su actividad en Francia, y las perspectivas de crecimiento, sobre todo a escala internacional, son inmensas, a pesar de que las certificaciones y otros derechos de explotación son a veces complejos y largos de obtener. Desde el punto de vista financiero, Séché ha duplicado sus ingresos en 10 años y ha sabido ser ágil para aumentar sus márgenes en un contexto de desarrollo. Séché ofrece regularmente buenas publicaciones. Genera más tesorería que ingresos netos gracias a su flujo de caja. Esto le permite pagar un dividendo y limitar su recurso al endeudamiento.

  • Guerbet, un actor histórico en el sector médico

Fundado en 1926, Guerbet es un grupo farmacéutico francés especializado en diagnóstico e imagen intervencionista. En concreto, comercializa procedimientos mínimamente invasivos guiados por imagen para sustituir o complementar actos quirúrgicos, así como soluciones interconectadas de productos de contraste, sistemas de inyección y servicios digitales. Guerbet ha tenido mucho éxito en Asia-Pacífico, la región más dinámica en términos de crecimiento, principalmente en China, donde la distribución se realiza directamente. En términos operativos, las cifras son bastante buenas. El EBITDA se ha duplicado en 10 años y las ventas no dejan de crecer. En cambio, las cifras son bastante inestables por lo demás: el flujo de tesorería es inestable, al igual que el resultado neto de explotación, que se ve afectado por las necesidades de inversión. Se paga un dividendo, pero éste también fluctúa de año en año, señal de una gestión conservadora. Hay que vigilar el endeudamiento, aunque hoy por hoy no es un problema. Las perspectivas a corto plazo son bastante dispares. La rentabilidad se reducirá fuertemente este año, a pesar de un aumento previsto de los ingresos de alrededor del 5%. Para el año siguiente se espera una vuelta a la normalidad.