A principios de junio, uno de nuestros lectores se indignó por el comentario de Anthony Bondain en su columna matutina: «¿Cómo se puede considerar que NVIDIA está casi en equilibrio en 2025 cuando, si se tiene en cuenta la caída del dólar, sigue bajando un 10%?». Este comentario es sintomático de la incomprensión de muchos inversores sobre los efectos del tipo de cambio en la rentabilidad de sus carteras bursátiles. Nuestra selección estadounidense registra actualmente una rentabilidad del 20% desde principios de año, expresada en dólares estadounidenses. Como inversores europeos, es posible que se encuentren en la zona euro, Suiza o el Reino Unido. Por lo tanto, la rentabilidad de nuestra selección expresada en moneda local puede variar considerablemente; solo en la zona euro, se reduciría a la mitad.

Ahora bien, la cuestión de hacia dónde se dirige el dólar es fundamental y crucial para cualquier estrategia de asignación. En todo caso, la estimación realizada por la Reserva Federal del tipo de cambio real efectivo muestra que el dólar está anormalmente alto desde el fin del patrón oro y los acuerdos de Bretton Woods.

Técnicamente, el EUR/USD ha entrado en una zona de transición comprendida entre 1,1575 y 1,1675, que sería conveniente no traspasar para evitar una aceleración de la moneda europea hacia los máximos de 2018-2020, situados en 1,2340/1,2600. En tal caso, sería muy recomendable cubrir una cartera de valores estadounidenses.

Por otro lado, el USD/CHF casi ha alcanzado su objetivo de 0,8040 (mínimo en 0,8055), mientras que el USD/JPY se mantiene por encima de un soporte intermedio en 142,00, sin llegar a superar los 145,70/146,60. Las divisas vinculadas a las materias primas también se mantienen bien orientadas frente al dólar: el par USD/CAD ha superado su soporte intermedio en 1,3620 y sigue hacia 1,3416/3345. El AUD intenta liberarse del 0,6510, pero está encontrando obstáculos por el camino. Ello no le impide ganar terreno poco a poco y el objetivo de 0,6700/25 está en el punto de mira. Paralelamente, el NZD se mantiene bien orientado y presenta un potencial de apreciación sin cambios en 0,6200.