En estas columnas mencionamos regularmente la relación entre el comportamiento de una divisa y la política monetaria de su país. Más concretamente, las expectativas de política monetaria influyen en el mercado de divisas. Tradicionalmente, a los operadores de divisas les gusta hacer carry trades. Es intelectualmente tranquilizador y, año tras año, su dinero trabaja mientras usted duerme. Es lo más cerca que un inversor puede estar de la felicidad. Por supuesto, no todo es tan sencillo en la vida real, y hay muchos factores que pueden explicar movimientos opuestos. Es el caso de la lira turca, por ejemplo, pero ése es otro tema al que volveremos en breve.
 
Durante años, el yen se ha comportado mal, impulsando al índice bursátil insignia de Japón, el Nikkei 225, a nuevos máximos históricos. Hemos tenido que esperar 34 años para observar este fenómeno, casi el afelio del cometa Halley (vale, estamos hablando de unidades astronómicas, no de años).

Fuente: Bloomberg

El yen está sufriendo terriblemente por el diferencial de rendimiento con Estados Unidos. La mejor forma de ilustrarlo es observar el gráfico anterior, que muestra el movimiento de la divisa japonesa (en azul) y el diferencial entre el rendimiento japonés a 10 años y el estadounidense a 10 años (en blanco). La similitud de las curvas es casi perfecta, al menos desde principios de 2021. Si quiere anticipar un cambio de tendencia en el yen, debe ser capaz de predecir el diferencial. Para ello, le invito a (re)descubrir el artículo de la semana pasada sobre este tema. Mientras tanto, siempre puede vigilar la resistencia en 151,90 en el USDJPY para intentar tomar algunas posiciones cortas.