Independientemente de las resoluciones judiciales y aunque los planes de Donald Trump puedan verse frustrados, el presidente dispone de varias herramientas para presionar a sus socios comerciales. La incertidumbre reinante limita la visibilidad y pesa mecánicamente sobre el dólar estadounidense, al margen de su aparente atractivo por los elevados tipos de interés.
A este respecto, el diferencial entre los rendimientos de los bonos estadounidenses y japoneses a 10 años ha sido fruto de la dinámica bajista que prevalecía desde 2020. Durante este periodo, la correlación con la evolución del cambio USD/JPY fue especialmente evidente. Por lo tanto, se seguirá de cerca la posibilidad de un cambio de tendencia, que sería aún más notable si el Banco de Japón dejara que sus tipos de interés se desviaran (véase al respecto el artículo sobre los tipos disponible Tipos de interés: Juego de manos).
Fuente: Bloomberg
Técnicamente, el EUR/USD ha probado su soporte en 1,1245 antes de volver a avanzar hacia sus máximos recientes en 1,1575. El potencial máximo de subida se sitúa en 1,1675, nivel en el que anticipamos una consolidación. El USD/GBP se mantiene por encima de su media móvil de 55 días, que actualmente es el soporte en 1,3270, con un objetivo comprendido entre 1,3785 y 1,3825 y un máximo de 1,4245, que corresponde a los máximos de 2021. No hay cambios significativos en el USD/CHF y el USD/JPY, ambos en una dinámica bajista hacia 0,8040 para el primero y 139,88 para el segundo.
En cuanto a las divisas vinculadas a las materias primas, el USD/CAD avanza tranquilamente hacia 1,3620, antes de alcanzar, en el mejor de los casos, 1,3416/3345, que corresponden a los mínimos de septiembre de 2024. El AUD sigue evolucionando en un rango de consolidación horizontal entre 0,6360 y 0,6510, del que deberá salir para reactivar la dinámica alcista hacia 0,6700/25. Paralelamente, se vigilará la resistencia en 0,6030 en el NZD para validar la figura de «cabeza y hombros invertidos», cuyo potencial se situaría en 0,6200.