Para los que aún tengan dudas, el vínculo entre la política monetaria (anticipada) y el tipo de cambio ya no es dudoso. El euro acaba de pagar el precio, como demuestra su fuerte reacción a la baja tras la reunión del Banco Central Europeo. Aunque se esperaba ampliamente el mantenimiento del statu quo, la cuestión principal era el calendario de la primera flexibilización, sobre todo teniendo en cuenta que la inflación aumentó más de lo previsto en Estados Unidos en marzo (véase nuestro artículo sobre este tema). Los inversores temían que el BCE decidiera tomarse su tiempo y aplazar el cambio de política monetaria hasta el otoño.

Hay que señalar que, desgraciadamente, la situación económica en Europa no es comparable a la de Estados Unidos, con un crecimiento lento y un mercado laboral que da señales de agotamiento. Para reactivar el crecimiento, o al menos evitar que la zona euro entre en recesión, una bajada de tipos sería bienvenida.

El euro acaba de romper un soporte clave en torno a 1,0708, validando una estructura de reversión bajista conocida como patrón "hombro-cabeza-hombro". El par debería seguir consolidándose hasta alcanzar 1,0537/06. También hay que señalar que la estructura del cable (GBPUSD) es bastante similar a la del euro. También se ha superado el soporte paralelo de 1,0708 a 1,2500, una prueba más, si es que hacía falta alguna, de la fortaleza del dólar frente a las divisas europeas.

En el resto del mundo, las monedas de las materias primas siguen bajo presión frente al dólar. El kiwi sigue bajo presión bajista mientras se mantenga en 0,6115, con un soporte inicial en 0,5950/5895 antes de llegar a 0,5792. El aussie se encuentra en una estrecha banda de consolidación horizontal entre 0,6628/50 y 0,6488/0,6453. Estaremos atentos a la dirección de salida, que se espera sea desde abajo, antes de tomar una posición corta.

Por último, el yen japonés ha reanudado su tendencia bajista, como demuestra la ruptura del USDJPY, que acaba de superar su resistencia plurianual en 151,90. Aunque la estructura del gráfico es naturalmente alcista, hay que tener en cuenta que el Banco de Japón podría verse tentado en cualquier momento a intervenir en el mercado de divisas para apoyar a su moneda.