No es para menos: apostar por una caída del yen japonés no está exento de riesgos, sobre todo a los niveles actuales. A pesar de la probable intervención del Banco de Japón (BoJ) -aún no confirmada, por cierto-, los fundamentos no han cambiado: la política monetaria del banco central favorece la caída de la moneda nacional y cualquier intento en sentido contrario está, a largo plazo, condenado al fracaso. Técnicamente, sin embargo, esto marca un posible punto de inflexión que habrá que vigilar. Tal y como están las cosas, mientras 160,25/35 sea la resistencia, el USDJPY debería consolidarse, con el primer soporte importante en 151,90/150,65.

El contrato de futuros del yen, que se muestra en los datos semanales a continuación, también está mostrando un patrón de inversión en velas japonesas (sin duda una coincidencia), lo que sugiere una recuperación intermedia.

Fuente: Bloomberg

Por lo demás, el discurso a medias del presidente de la Reserva Federal dejó perplejos a los operadores de divisas, mientras que los datos de desempleo fueron claramente desfavorables para el dólar. El índice del dólar (DXY) ha tocado el límite superior de un canal ascendente en curso desde 2024, resistencia en torno a 106,50, y se dirige actualmente hacia el límite inferior, soporte en 103,90. Paralelamente, la resistencia del EURUSD se sitúa en torno a 1,0890.

En la galaxia de las divisas de materias primas, el kiwi sigue siendo el más débil por debajo de 0,6030/65, mientras que el aussie está probando una resistencia horizontal en 0,6630.