Estas cuestiones se plantean en un contexto de fuerte crecimiento mundial, pero no el crecimiento suave o eterno que parecían esperar los inversores. El creciente número de obstáculos en el camino ha despertado la aversión al riesgo y ha provocado cierta confusión. La sesión de ayer fue bastante típica, con un mal día para los favoritos de la bolsa europea, ASML, Adyen, Sartorius Stedim Biotech o Getinge. Los inversores reaccionaron bruscamente a la aceleración de los rendimientos en el mercado de bonos alejándose de sus favoritos, en particular en el espacio tecnológico. El T-bond estadounidense rinde actualmente un 1,54%, frente al 1,44% anterior y el 1,33% de la semana pasada.

El repunte parece estar bien fundamentado desde el punto de vista macroeconómico: las perspectivas de inflación se están reforzando y sugieren que los bancos centrales tendrán que actuar sobre los tipos para mantener el ritmo. En el Reino Unido, los gilts acaban de alcanzar el nivel simbólico del 1% a 10 años. En el campo de los tipos de interés negativos, la OAT francesa abandonó la zona hace varios días y se sitúa en el 0,16%, mientras que la deuda holandesa se acerca al nivel 0 (-0,06%). El Bund (-0,19%) y los bonos suizos (-0,18%) siguen en la parte baja de la escala de rendimientos. El mercado, al que no le gustan los cambios bruscos, se ha conformado últimamente con una marcada actitud de espera a pesar de las señales de presión sobre los precios. De hecho, los inversores habían reaccionado relativamente poco a las indicaciones de la Fed de la semana pasada sobre la senda de tipos a medio plazo. Esta es otra incongruencia en un periodo bursátil atípico.

Navegación complicada en torno al pico del ciclo (Bank of America)

"Lo que hace que la transición de la aceleración a la desaceleración en este ciclo global sea especialmente delicada es que los rendimientos de los bonos han ido a la zaga de otras clases de activos a la hora de captar la recuperación, principalmente debido a la reticencia de los inversores a contar con una ronda significativa de subidas de tipos por parte de la Fed", señalaban hace quince días Sebastian Radler y su equipo de Bank of America. El estratega señaló, sin embargo, que el cambio entre los cíclicos y los defensivos no es obvio, porque los defensivos suelen tener mejores resultados... sólo cuando los rendimientos de los bonos están bajando. En este contexto, la mejor idea de inversión es, sin duda, buscar los productos financieros, que se benefician mecánicamente del entorno de los tipos de interés tras haber escapado a la trampa covídica gracias al arsenal desplegado por los gobiernos.

Otra estrategia interesante es favorecer la calidad en el enfoque factorial, sobre todo si resurgen preguntas sobre la dinámica del crecimiento. De hecho, el enfoque cualitativo es siempre una buena idea para los inversores a largo plazo. No escapa a la volatilidad -las caídas cualitativas de las acciones de ayer lo demuestran-, pero asegura que se está posicionado en buenos valores que pueden capear los altibajos de los ciclos (para obtener una lista de valores que cumplan los criterios de calidad, se dedica una lista temática de MarketScreener al tema). Los valores sanitarios, industriales y de consumo básico están sobrerrepresentados en la categoría de "calidad" en Europa. Entretanto, los cuatro principales valores alcistas de Europa son Equinor, Royal Dutch Shell, BP Plc y TotalEnergies. El petróleo no ha dicho su última palabra.