La producción de las fábricas de Asia se debilitó en su mayor parte en septiembre, ya que la desaceleración de la demanda en China y en las economías avanzadas se sumó al dolor de las persistentes presiones de los costes, según mostraron las encuestas el lunes, lo que empaña las perspectivas de recuperación económica de la región.

La actividad manufacturera se contrajo en Taiwán y Malasia, y creció a un ritmo más lento en septiembre en comparación con agosto en Japón y Vietnam, ya que el aumento de los costes de las materias primas y el oscurecimiento de las perspectivas mundiales pesaron sobre el sentimiento empresarial.

Las encuestas se produjeron después de que los datos de la actividad de las fábricas y los servicios de China apuntaran el viernes a un mayor enfriamiento en la segunda economía mundial, ya que los estrictos cierres de COVID interrumpieron la producción y frenaron las ventas.

"Estamos viendo cómo se deterioran las condiciones económicas en China, Estados Unidos y Europa. Eso está pesando definitivamente en la actividad manufacturera asiática", dijo Toru Nishihama, economista jefe del Instituto de Investigación de Vida Dai-ichi en Tokio.

"Aunque las interrupciones de la oferta pueden haber seguido su curso, Asia está sufriendo ahora la caída de la demanda mundial".

El índice de gestores de compras (PMI) del sector manufacturero de au Jibun Bank de Japón se desplomó hasta 50,8 en septiembre, frente a los 51,5 del mes anterior, marcando la tasa de crecimiento más débil desde enero del año pasado.

Los nuevos pedidos se redujeron al ritmo más rápido en dos años, mientras que la producción registró su mayor descenso en un año debido al debilitamiento de la demanda de China y otros socios comerciales, según mostró la encuesta del PMI de Japón.

"La debilidad del yen tampoco está contribuyendo a reforzar la demanda de las exportaciones y, en cambio, está haciendo que la inflación importada aumente drásticamente y que las presiones de los precios internos suban aún más", dijo Joe Hayes, economista senior de S&P Global Market Intelligence.

El PMI de Taiwán se situó en 42,2 en septiembre, por debajo del 42,7 de agosto y manteniéndose por debajo de la marca de 50 que separa mensualmente el crecimiento de la contracción.

El PMI de Vietnam cayó a 52,5 desde el 52,7 de agosto, mientras que el de Malasia se deslizó a 49,1 desde el 50,3, según las encuestas.

El aumento de la inflación ha obligado a los bancos centrales de Estados Unidos y Europa a emprender subidas de los tipos de interés, avivando el temor a una fuerte caída de la demanda mundial que había apuntalado las exportaciones asiáticas.

La desaceleración de China también ha empañado la recuperación económica de Asia. Con pocos indicios de que Pekín vaya a suavizar pronto de forma significativa el COVID, muchos analistas esperan que la economía china crezca sólo un 3% este año, lo que sería el más lento desde 1976, sin contar la expansión del 2,2% durante el golpe inicial del COVID en 2020.

Los datos mostraron el viernes que el PMI oficial de China subió a 50,1 en septiembre desde el 49,4 de agosto. Pero datos separados mostraron que el PMI manufacturero Caixin/Markit de China cayó más de lo esperado a 48,1 en septiembre desde 49,5 en agosto. (Información de Leika Kihara; edición de Ana Nicolaci da Costa)