WASHINGTON/HOUSTON, 26 nov (Reuters) -Chevron Corp recibió el sábado una licencia ampliada que permite a la segunda mayor petrolera estadounidense reanudar la producción de petróleo de Venezuela e importar crudo, después de que el gobierno venezolano y la oposición dijeran que volvían a las conversaciones políticas.

La decisión permite a Chevron reactivar los proyectos petroleros existentes en el país sancionado y llevar nuevos suministros de crudo a las refinerías estadounidenses. Sin embargo, restringe los pagos en efectivo a Venezuela, lo que podría reducir la cantidad de petróleo disponible para Chevron.

Los términos de la licencia están diseñados para evitar que la petrolera estatal venezolana PDVSA reciba ganancias de las ventas de petróleo venezolano de Chevron, dijeron funcionarios estadounidenses. La licencia tiene una duración de seis meses y se renovará mensualmente, según el Departamento del Tesoro.

Un portavoz de Chevron dijo que la compañía estaba revisando los términos de la licencia y se negó a comentar de inmediato.

Estados Unidos emitió la licencia el mismo día que Venezuela y los líderes de la oposición iniciaron un diálogo político en Ciudad de México en el que acordaron solicitar a las Naciones Unidas gestionar un fondo para ayudar a proporcionar alimentos, atención médica e infraestructura a los venezolanos.

"Esta acción refleja la política de larga data de Estados Unidos de proporcionar un alivio de sanciones específicas basado en medidas concretas que alivien el sufrimiento del pueblo venezolano y apoyen la restauración de la democracia", dijo el comunicado del Departamento del Tesoro de Estados Unidos en una declaración.

Los términos prohíben que Chevron ayude a Venezuela a desarrollar nuevos campos petroleros, pero ofrece una forma para que la compañía recupere parte de los miles de millones de dólares adeudados por PDVSA a través de las ventas de petróleo. Estados Unidos dijo que se reservaba el derecho de rescindir o revocar la licencia en cualquier momento.

La autorización podría proporcionar nuevos suministros de crudo a un mercado que ahora lucha por reemplazar los barriles rusos rechazados por los compradores occidentales tras la invasión a Ucrania. Chevron y otras refinerías de petróleo de Estados Unidos podrían beneficiarse de petróleo pesado de Venezuela que fluiría hacia sus plantas de procesamiento en la costa del Golfo de Estados Unidos.

Analistas advirtieron que es probable que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, se moleste por las restricciones incluidas en la licencia, incluida la falta de pagos en efectivo que buscaba su administración. Las ganancias adeudadas a Venezuela por las ventas de petróleo de Chevron se destinarían a un fondo humanitario en lugar de la estatal PDVSA.

Como parte de los términos se "requerirán informes significativos por parte de Chevron sobre las operaciones financieras de sus empresas mixtas para garantizar la transparencia", dijo un funcionario estadounidense, quien agregó que otras sanciones contra Venezuela y sus funcionarios siguen vigentes.

"No hay un gran incentivo a corto plazo" para Venezuela, señaló Francisco Monaldi, experto en política energética latinoamericana del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice. Los términos podrían relajarse con el tiempo dependiendo de cómo se desarrollen las conversaciones en la Ciudad de México.

"Veremos cómo reacciona el gobierno de Maduro y cuántos cargamentos le serán asignados a Chevron después", dijo.

(Reporte de Marianna Parraga, Daphne Psaledakis y Gary McWilliams. Editado en español por Mayela Armas y Juana Casas)