En la presentación de su revisión anual del sector, el BCE afirmó que los bancos de la zona euro disponían en general de más capital del necesario, y que el aumento de los beneficios por la subida de los tipos de interés había compensado los daños económicos de la guerra en Ucrania.

Pero exigió más capital a 24 bancos que "no cumplían las expectativas de cobertura relacionadas con los préstamos morosos", invitándoles a cerrar esa brecha este año.

En términos más generales, el BCE había encontrado "deficiencias persistentes en el control de riesgos", sobre todo en la forma de clasificar los préstamos que corren el riesgo de quedar impagados.

"Los bancos deben subsanar las deficiencias persistentes, en particular en sus marcos de control de riesgos y de gobernanza, y evaluar la evolución futura de forma prudente", declaró en un comunicado Andrea Enria, máximo supervisor del BCE.

Anteriormente, el miércoles, la francesa Societe Generale dijo que había elevado sus provisiones para préstamos agrios en el último trimestre, lo que se tradujo en un descenso del beneficio del 35% respecto al mismo periodo del año anterior.