El Comité de Política Monetaria (CPM) del banco central estimó un crecimiento económico en 2022 del 7,1%, por encima de su previsión de noviembre de alrededor del 5,6%, pero dijo que espera que el crecimiento en 2023 se debilite hasta el 2,6%.

El año pasado, el banco central subió los tipos seis veces en un intento de frenar la escalada de los precios.

La inflación alcanzó el 9,9% en enero y, aunque podría haber tocado techo, llevará más tiempo del previsto volver a situarla en el objetivo del banco central del 2,5%, declaró.

Las negociaciones salariales finalizadas recientemente en el sector privado islandés habían dado lugar a aumentos salariales superiores a los previstos, lo que, unido a la debilidad de la corona islandesa, había empeorado las perspectivas de inflación.

El banco central preveía una inflación media del 9,5% en el primer trimestre de 2023 y no la veía por debajo del 5% este año. No espera que la inflación caiga por debajo del 3% hasta la segunda mitad de 2025.

"El Comité de Política Monetaria considera probable que la orientación monetaria tenga que endurecerse aún más a corto plazo para garantizar que la inflación vuelva a su objetivo en un plazo aceptable", declaró el banco central.