HSBC no tiene planes de lanzar una mesa de negociación de criptodivisas ni de ofrecer las monedas digitales como inversión a los clientes, porque son demasiado volátiles y carecen de transparencia, dijo su director ejecutivo, Noel Quinn, a Reuters.

La postura del mayor banco europeo sobre las criptodivisas se produce cuando la mayor y más conocida del mundo, el Bitcoin, ha caído casi un 50% desde el máximo del año, después de que China tomara medidas contra la minería de la moneda y de que el prominente defensor Elon Musk moderara su apoyo.

La postura de HSBC también contrasta con la de bancos rivales como Goldman Sachs, que, según informó Reuters en marzo, había reiniciado su mesa de negociación de criptomonedas.

"Dada la volatilidad, no estamos en Bitcoin como una clase de activos, si nuestros clientes quieren estar allí, por supuesto que sí, pero no lo estamos promoviendo como una clase de activos dentro de nuestro negocio de gestión de la riqueza", dijo Quinn.

"Por razones similares, no nos apresuramos a entrar en las stablecoins", dijo, refiriéndose a las monedas digitales que tratan de evitar la volatilidad asociada a las criptodivisas típicas fijando su valor a activos como el dólar estadounidense.

El Bitcoin cotizaba el lunes a 34.464 dólares, lo que supone un descenso de casi el 50% en sólo 40 días desde su máximo anual de 64.895 dólares el 14 de abril.

La presión sobre la moneda se intensificó después de que el multimillonario Musk, director ejecutivo de Tesla y partidario de la criptomoneda, diera marcha atrás en su postura de que Tesla aceptara Bitcoin como pago.

CUESTIONES DIFÍCILES

China, que es fundamental para la estrategia de crecimiento de HSBC, dijo el martes pasado que había prohibido a las instituciones financieras y a las empresas de pago prestar servicios relacionados con las transacciones de criptodivisas.

Reuters informó en abril de que HSBC había prohibido a los clientes de su plataforma de negociación de acciones en línea la compra de acciones de MicroStrategy, respaldada por bitcoin, diciendo en un mensaje a los clientes que no facilitaría la compra o el intercambio de productos relacionados con las monedas virtuales.

Quinn dijo que su postura escéptica sobre las criptodivisas se debe en parte a la dificultad de evaluar la transparencia de quién las posee, así como a los problemas de su fácil convertibilidad en dinero fiduciario.

"Veo el Bitcoin más como una clase de activo que como un vehículo de pago, con cuestiones muy difíciles sobre cómo valorarlo en el balance de los clientes porque es muy volátil", dijo.

"Luego se llega a las stablecoins, que cuentan con el respaldo de alguna reserva para resolver los problemas de valor almacenado, pero depende de quién sea la organización patrocinadora y de la estructura y accesibilidad de la reserva".

La creciente popularidad de las criptodivisas ha planteado un problema a los bancos convencionales en los últimos años, ya que intentan equilibrar la atención a los intereses de los clientes con sus propias obligaciones normativas para comprender el origen de la riqueza de sus clientes.

La postura de HSBC en contra de ofrecer criptodivisas como una clase de activos lo diferencia de sus rivales europeos, como UBS, que está explorando formas de ofrecerlas como un producto de inversión, según informaron los medios de comunicación a principios de este mes.