Tras un paréntesis de meses, Rusia reanudó las intervenciones en divisas en enero, vendiendo yuanes en lugar de lo que denomina monedas occidentales "poco amistosas", lo que subraya la creciente importancia de la divisa china en los esfuerzos de Moscú por garantizar la estabilidad económica en medio de las sanciones.

El ministerio de Finanzas dijo que sus ventas regulares de divisas en el mercado ascenderán a 160.200 millones de rublos (2.280 millones de dólares) durante el próximo mes. Una encuesta de Reuters entre analistas había pronosticado que ascenderían a 79.750 millones de rublos.

Entre el 13 de enero y el 6 de febrero, el ministerio había previsto vender 54.500 millones de rublos en yuanes, para compensar los menores ingresos procedentes del petróleo y el gas.

Rusia detuvo las intervenciones en divisas el año pasado cuando las naciones occidentales impusieron amplias sanciones contra Moscú, incluida la congelación de unos 300.000 millones de dólares en reservas de divisas, después de que lanzara lo que denomina su operación militar especial en Ucrania.

El gobierno lleva a cabo intervenciones en divisas para cubrir déficits -o acumular reservas en caso de superávit- en los ingresos procedentes de las vitales exportaciones de petróleo y gas de Moscú.

El Ministerio de Finanzas declaró que en enero recibió 52.100 millones de rublos (741 millones de dólares) menos de ingresos por las ventas de petróleo y gas de lo que esperaba, citando unos derechos de exportación del gas más bajos durante el mes.

En Rusia, donde el dólar fue el rey durante años tras el colapso de la Unión Soviética en 1991, el yuan se ha convertido en un jugador importante desde que Moscú envió decenas de miles de tropas a Ucrania el pasado febrero.

El Ministerio de Finanzas ruso no puede realizar transacciones en dólares y euros, y cita el yuan chino como única alternativa.

(1 dólar = 70,31 rublos)