Tras meses de negociaciones, los países de la UE y el Parlamento Europeo acordaron la ley el año pasado. Pero el Ministerio de Transportes alemán sorprendió a otros países este mes al presentar objeciones de última hora, días antes de una votación final que la habría visto entrar en vigor.

La principal exigencia del ministerio es que la UE permita la venta de coches nuevos que funcionen con e-combustibles después de 2035. El martes dijo que estaba en contacto con la Comisión para intentar llegar a una solución en un asunto que está siendo vigilado de cerca por la poderosa industria automovilística alemana.

El domingo, la ministra alemana de Medio Ambiente, Steffi Lemke, declaró que debería alcanzarse un acuerdo en los próximos días, ya que las partes esperaban conseguirlo antes de la cumbre de la UE del jueves.

Las conversaciones con la Comisión estaban avanzando "a buen ritmo", dijo Wissing, al tiempo que advirtió de que Alemania necesitaba tiempo para acordar una base jurídicamente segura para la homologación de nuevos coches con motor de combustión propulsados por e-combustible después de 2035.

"Estamos hablando de una regulación para el año 2035. No entiendo por qué no podemos tomarnos ahora nuestro tiempo para analizar las cosas más de cerca", declaró Wissing al diario Augsburger Allgemeine en una entrevista publicada el jueves.

Afirmó que debe crearse una categoría de vehículos para los e-combustibles en la normativa europea, ya que Alemania necesita una "solución jurídicamente limpia" a través de un procedimiento que no fracase ante el Parlamento de la UE.

"Antes de tener un sí, tenemos que tener un respaldo ... Antes teníamos un compromiso de la Comisión y luego no pasó nada", dijo.