El Salvador se convirtió el martes en el primer país del mundo en adoptar el bitcoin como moneda de curso legal, un experimento en el mundo real que, según sus defensores, reducirá los costes de las comisiones de los miles de millones de dólares enviados a casa desde el extranjero, pero que, según los críticos, puede alimentar el lavado de dinero.

El plan encabezado por el joven, carismático y popular presidente Nayib Bukele tiene como objetivo permitir a los salvadoreños ahorrar los 400 millones de dólares que se gastan anualmente en comisiones por remesas, enviadas en su mayoría desde Estados Unidos.

Sólo el año pasado las remesas a El Salvador ascendieron a casi 6.000 millones de dólares, o el 23% de su producto interior bruto, uno de los ratios más altos del mundo.

Las encuestas muestran que los salvadoreños son escépticos en cuanto al uso del bitcoin y desconfían de la volatilidad de la criptodivisa que, según los críticos, podría aumentar los riesgos regulatorios y financieros para las instituciones financieras. Sin embargo, algunos residentes son optimistas.

"Va a ser beneficioso... tenemos familia en Estados Unidos y pueden enviar dinero sin coste alguno, mientras que los bancos cobran por enviar dinero de Estados Unidos a El Salvador", dijo Reina Isabel Aguilar, propietaria de una tienda en la playa de El Zonte, a unos 49 km (30 mi) al suroeste de la capital, San Salvador.

El Zonte forma parte de la llamada Playa Bitcoin, orientada a convertir la ciudad en una de las primeras economías bitcoin del mundo.

En el período previo al lanzamiento, el gobierno ya ha estado instalando cajeros automáticos de su billetera digital Chivo, que permitirá convertir la criptomoneda en dólares y retirarla sin comisión, pero Bukele el lunes trató de moderar las expectativas de resultados rápidos y pidió paciencia.

"Como toda innovación, el proceso de bitcoin en El Salvador tiene una curva de aprendizaje. Todo camino hacia el futuro es así y no todo se logrará en un día, ni en un mes", dijo Bukele en Twitter, una plataforma que suele utilizar para hablar de sus logros o excoriar a los opositores.

El lunes, El Salvador compró sus primeros 400 dólares de la criptodivisa, lo que impulsó temporalmente los precios del bitcoin un 1,49% al alza hasta superar los 52.680 dólares. La criptomoneda ha sido notoriamente volátil. Sólo esta primavera, subió más de 64.000 dólares en abril y cayó casi hasta los 30.000 dólares en mayo.

Algunos analistas temen que la medida de hacer del bitcoin una moneda de curso legal junto con el dólar estadounidense pueda enturbiar el panorama de la búsqueda de El Salvador de un acuerdo de financiación de más de mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Tras la aprobación de la ley de bitcoin de Bukele, la agencia de calificación Moody's rebajó la solvencia de El Salvador, mientras que los bonos del país denominados en dólares también se han visto presionados.

Pero Bukele, que no rehúye la polémica, retuiteó el lunes un vídeo en el que aparecía el rostro superpuesto del actor Jaime Foxx en una escena de Django Unchained, la película de Quentin Tarantino sobre la esclavitud estadounidense. El vídeo mostraba a Bukele azotando a un traficante de esclavos que llevaba el emblema del FMI en la cara.

Bukele borró posteriormente el retweet.

Su propio tuit decía: "debemos romper los paradigmas del pasado. El Salvador tiene derecho a avanzar hacia el primer mundo". (Información de Anthony Esposito y Nelson Renteria; información adicional de Wilfredo Pineda en El Zonte, El Salvador; edición de David Gregorio)