El banco central de China sorprendió a los mercados por segunda vez esta semana al llevar a cabo una operación de préstamo no programada a tipos muy bajos, lo que sugiere que las autoridades están intentando proporcionar un mayor estímulo monetario para apuntalar la economía en dificultades.

La operación de préstamo a medio plazo (MLF, por sus siglas en inglés) se produce después de que el banco central recortara varios tipos de préstamo de referencia el lunes, sólo unos días después de una reunión de altos cargos, en la que se habían esbozado otras reformas importantes.

El Banco Popular de China (PBOC) emitió 200.000 millones de yuanes (27.500 millones de dólares) en préstamos a un año bajo su MLF al 2,30%, 20 puntos básicos menos que en su anterior préstamo MLF, dijo el banco en un comunicado.

También inyectó 235.100 millones de yuanes en los mercados a través de repos inversos a siete días al 1,70%.

Los mercados bursátiles chinos reaccionaron negativamente a la noticia, interpretando la repentina urgencia de las autoridades por conceder préstamos como un indicio de que las presiones deflacionistas y la debilidad de la demanda de consumo son más graves de lo que se valora en los activos. China comunicó a principios de mes unos datos del PIB más débiles de lo esperado.

El índice Hang Seng China Enterprises cayó un 1% y los rendimientos de los bonos soberanos cayeron tras la noticia de la operación del FML y el recorte de tipos. (1 $ = 7,2625 yuanes)