En los tres meses terminados el 30 de septiembre, los ingresos netos aumentaron un 48%, hasta 4.600 millones de dólares, o 2,15 dólares por acción, frente a los 3.100 millones de dólares, o 1,36 dólares por acción, del año anterior. La media de los analistas esperaba un beneficio de 1,65 dólares por acción, según datos de Refinitiv IBES.
Los beneficios del banco se vieron favorecidos por su decisión de detraer 1.160 millones de dólares de reservas para pérdidas constituidas durante la pandemia para préstamos potencialmente agrios que no se han materializado. Un año antes, Citigroup había añadido 436 millones de dólares a sus reservas.
Los ingresos de la banca de inversión aumentaron un 39%, hasta los 1.900 millones de dólares, lo que ayudó a compensar un descenso del 16% en los ingresos de renta fija con respecto al año anterior, cuando se produjo una volatilidad sin precedentes en los mercados.
El aumento de los gastos y los menores ingresos netos por intereses pesaron en los resultados, al igual que el hecho de que los clientes utilizaran sus cheques de estímulo para pagar sus préstamos de tarjetas de crédito.
"Estoy bastante satisfecha con los 4.600 millones de dólares de ingresos netos teniendo en cuenta el entorno en el que estamos operando", dijo la consejera delegada Jane Fraser en el anuncio de los resultados.
Los gastos de explotación aumentaron un 5%, hasta 11.500 millones de dólares, ya que la empresa incrementó el gasto en tecnología y personal para mejorar sus sistemas de control y cumplir con las exigencias de los reguladores de hace un año.
Los ingresos netos por intereses disminuyeron un 1% con respecto al año anterior, pero fueron un 2% más que en el segundo trimestre, lo que sugiere el fin de la tendencia a la baja iniciada cuando comenzó la pandemia y la Reserva Federal recortó los tipos de interés hasta casi cero y muchos prestatarios redujeron los saldos de sus préstamos.
La bajada de los tipos de interés también perjudicó al negocio de Soluciones de Tesorería y Comercio de Citigroup, que vio cómo los ingresos disminuían un 4% a pesar de haber cobrado más comisiones y haber visto un crecimiento en las operaciones.
Los ingresos de las tarjetas de la marca Citi en Norteamérica disminuyeron un 1% y los ingresos de las tarjetas emitidas para minoristas cayeron un 6%.
Los resultados incluyen el impacto de una pérdida por la venta previamente anunciada de su negocio de banca de consumo en Australia. Excluyendo la pérdida por la venta, los ingresos aumentaron un 3%, impulsados por el negocio institucional. (Reportaje de David Henry en Nueva York y Anirban Sen en Bengaluru; edición de Sriraj Kalluvila)
