Berlín aspira a generar el 80% de la electricidad a partir de energías renovables para 2030, pero la burocracia ha estado obstaculizando los esfuerzos de Alemania por alcanzar ese objetivo.

El gabinete adoptó un paquete de reglamentos de emergencia de la Unión Europea, acordados el año pasado, para agilizar los permisos eólicos y solares y aclarar los plazos medioambientales y de permisos de red que deben cumplir las autoridades que aprueban dichos proyectos.

El paquete de medidas, que aún debe ser votado en el Parlamento, proporciona la base legal para que las autoridades competentes aceleren las aprobaciones de las centrales eólicas.

Según las nuevas medidas, que se aplicarán a todos los proyectos a partir de junio de 2024, las evaluaciones de impacto ambiental de las turbinas eólicas y las líneas eléctricas podrán omitirse en determinadas zonas.

Las nuevas medidas también limitan a tres meses los procedimientos de autorización de proyectos de energía solar en determinadas zonas, como los vertederos, y a un mes para las bombas de calor más pequeñas.