Un trabajo de Gao y sus colegas publicado el miércoles en la revista médica The Lancet demostró que no habían surgido nuevas variantes en las semanas iniciales del reciente brote de China, después de que el fin de su política de cero casos de COVID provocara una enorme oleada de casos.

"El mundo debería tranquilizarse por completo ante el temor de que haya nuevas variantes o variantes especiales circulando [en China]", declaró a Reuters Gao, profesor del Instituto de Microbiología de la Academia China de Ciencias y ex director del Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

Las variantes que causaban infecciones en China eran las mismas subvariantes de Omicron - BA.5.2 y BF.7 - observadas en otras partes del mundo, dijo por correo electrónico.

El estudio analizó 413 nuevos casos de COVID en Pekín entre el 14 de noviembre y el 20 de diciembre de 2022 y descubrió que todos estaban probablemente causados por cepas ya existentes. Descubrió que el 90% de las infecciones adquiridas mayoritariamente a nivel local se debían a las dos subvariantes mencionadas.

Los hallazgos son representativos de todo el país, dijeron los autores, citando las características de la población de Pekín y la circulación de cepas COVID altamente transmisibles.

China puso fin en diciembre a más de tres años de una estricta política de cero COVID que incluía encierros en toda la ciudad, pruebas masivas y una amplia cuarentena, a lo que siguió una oleada de infecciones en sus 1.400 millones de habitantes.

Un destacado científico del gobierno afirmó el 21 de enero que el 80% de las personas ya habían sido infectadas y los CDC chinos han afirmado en repetidas ocasiones durante el último mes que la vigilancia continua mostraba que no se habían encontrado nuevas cepas del COVID-19.

Muchos países establecieron requisitos de pruebas de COVID para los viajeros chinos a raíz de su gran brote, citando la preocupación de que pudieran surgir nuevas variantes y la falta de datos, aunque China ha dicho que las medidas no están justificadas.

Gao dijo que China continuaba con la secuenciación genómica viral generalizada, e identificaría cualquier nueva variante si surgía.

Dijo que los casos estaban disminuyendo actualmente, pero que "es posible una nueva oleada en el futuro".

El estudio financiado por China y publicado en The Lancet fue realizado por investigadores del Centro de Prevención y Control de Enfermedades de Pekín, la Academia China de Ciencias, los CDC y la Universidad de la Academia China de Ciencias.

Los autores señalaron que el estudio tenía algunas limitaciones, como la decisión de China de poner fin a las pruebas obligatorias a gran escala.