En noviembre, el regulador del mercado energético británico, Ofgem, propuso una nueva normativa para las empresas de red con el fin de intentar atajar el retraso de proyectos de energías renovables pendientes de conexión y garantizar que la combinación de tecnologías energéticas se ajustara a las futuras necesidades energéticas de Gran Bretaña.
Matt Vickers, director de la reforma de las conexiones de la NESO, dijo que la pausa a partir del 29 de enero daría tiempo "a trabajar con los colegas de las empresas de red para preparar los nuevos procesos que necesitamos para sacar adelante los proyectos de electricidad necesarios para el suministro de energía limpia en 2030 y más allá".
La declaración decía que el número de solicitudes había crecido tanto en el último año que ya no era posible llevar a cabo las reformas en paralelo con el proceso de conexiones existente.
Sin embargo, los proyectos de demanda que se conectan directamente a la red nacional de transporte de electricidad (normalmente grandes unidades industriales y comerciales), quedarían exentos de la paralización temporal.
En 2023/24, la NESO recibió más de 1.700 solicitudes, y ya hay más proyectos en la cola de los necesarios para el sistema energético en 2030 o incluso en 2050.