Indonesia, el país de mayoría musulmana más grande del mundo, prohíbe el uso de criptomonedas como moneda, pero la inversión y el comercio de los tokens digitales están permitidos en el mercado de materias primas y de futuros.

El valor total del comercio de criptodivisas en la bolsa de materias primas ha alcanzado 370 billones de rupias (25.960 millones de dólares) este año hasta mayo, según el ministerio de comercio.

El comercio total a finales de 2020 estaba valorado en 65 billones de rupias. El número de comerciantes ha alcanzado los 6,5 millones, frente a los 4 millones.

Como medio de pago, las criptodivisas están prohibidas según la ley islámica porque conllevan elementos de incertidumbre y daño, y violan las leyes del Estado, dijo a Reuters Asrorun Niam Sholeh, jefe de decretos religiosos del MUI.

El comercio de criptodivisas como mercancía también es ilegal, y el MUI lo asemeja a los juegos de azar, porque no cumple las normas islámicas, como que los bienes tengan una forma física, un valor claro y una cantidad exacta conocida, entre otras razones, dijo.

Sin embargo, la MUI permite la negociación de criptomonedas que cumplen las normas islámicas, tienen un activo subyacente y conllevan beneficios claros, dijo Asrorun.

La bolsa permite la negociación de cientos de criptodivisas que cumplen los requisitos de seguridad y buen gobierno del sistema blockchain.

El decreto del MUI no es jurídicamente vinculante, ya que no forma parte del gobierno, pero su dictamen puede afectar a las decisiones de inversión de algunos musulmanes.

(1$ = 14.250,0000 rupias)