"Queremos que se ponga fin a las restricciones financieras a las que se está sometiendo a los trabajadores. El recorte salarial del 25% que sufrimos debido al plan de reestructuración de la compañía es inaceptable, sobre todo teniendo en cuenta los actuales niveles de inflación", declaró el martes a Reuters el jefe del SNPVAC, Ricardo Peñarroias.

El sindicato había advertido previamente a TAP de la posible acción laboral de esta semana, lo que provocó la cancelación de 360 vuelos por parte de la compañía en esos dos días, y el martes confirmó que seguiría adelante con el paro. El jueves es festivo en Portugal.

TAP suele realizar unos 300 vuelos diarios.

Peñarroias dijo que los tripulantes de cabina también llevarían a cabo paros al menos cinco días más hasta finales de enero, pero aún no se han especificado las fechas exactas.

El sindicato también exige a la compañía que descongele la progresión salarial y respete las bajas por maternidad y los periodos de descanso.

El aumento de la inflación en toda Europa ha provocado que millones de trabajadores tengan que hacer frente a un mayor coste de la vida, lo que ha llevado a los sindicatos a exigir aumentos salariales, a menudo a través de huelgas y protestas.

El ritmo de crecimiento de los precios al consumo se ralentizó en noviembre en Portugal, pero la inflación sigue cerca de máximos de tres décadas.

TAP, que se encuentra bajo un plan de rescate de 3.200 millones de euros aprobado por la UE, también ha aconsejado a los pasajeros que reprogramen sus reservas. El plan implica la reducción de su flota, el recorte de más de 2.900 puestos de trabajo y la reducción de los salarios de la mayoría de los trabajadores hasta en un 25%.

La compañía obtuvo un beneficio neto poco habitual en el tercer trimestre gracias a unos ingresos sólidos y ayudada por la cobertura de divisas, pero afirmó que la visibilidad para el próximo año seguía siendo baja.