La UE propuso el mes pasado un "mecanismo de corrección del mercado" destinado a moderar los precios del gas natural y la volatilidad del mercado, después de que un repunte de los costes energéticos elevara la inflación a máximos históricos e incrementara la tensión de los mercados financieros en el comercio de derivados energéticos.

El BCE, guardián de la estabilidad financiera del bloque, reconoció que el objetivo era moderar los niveles extremos de precios y la volatilidad, pero advirtió de que las normas podrían lograr exactamente lo contrario.

"El BCE considera que el diseño actual del mecanismo de corrección del mercado propuesto puede, en algunas circunstancias, poner en peligro la estabilidad financiera de la zona del euro", señaló el BCE en un dictamen firmado por su presidenta, Christine Lagarde.

"El diseño actual del mecanismo puede aumentar la volatilidad y las correspondientes peticiones de márgenes, poner a prueba la capacidad de las entidades de contrapartida central para gestionar los riesgos financieros, y también puede incentivar la migración de los centros de negociación al mercado extrabursátil no compensado de forma centralizada", añadió.

El BCE también pidió a la Comisión Europea que limitara su papel en el proceso de activación y finalización del mecanismo de precios, ya que la propuesta actual puede invadir su independencia y conferir una nueva tarea al banco sin un cambio necesario en el Tratado de la UE, mientras que otros organismos pueden ser más adecuados para esa función.

En su lugar, la UE debería limitarse a tener la "posibilidad" de solicitar el asesoramiento del BCE, añadió el BCE.