Estados Unidos debería producir y exportar más gas natural para hacer frente al cambio climático, afirmó el principal productor del país, EQT Corp, en respuesta a las recientes críticas de la senadora estadounidense Elizabeth Warren al sector energético por la espiral de precios del gas.

"Las exportaciones de GNL tienen el potencial de ser la mayor iniciativa ecológica del planeta", dijo el martes el Director General Toby Rice, ya que podría sustituir a combustibles más sucios como el carbón.

El mes pasado, la senadora Warren había escrito a 11 de los grandes productores de gas del país pidiéndoles explicaciones por su decisión de exportar una cantidad récord de combustible para calefacción, al tiempo que imponían subidas masivas de precios a los consumidores que tienen dificultades para pagar sus facturas.

Los futuros del gas natural se han disparado este año a niveles que no se veían desde 2014, ya que la vuelta a las actividades previas a la pandemia y la acumulación de reservas en Asia y Europa de cara al invierno impulsaron la demanda de energía más rápidamente que la oferta.

La carta de Warren a empresas como EQT, Exxon Mobil , ConocoPhillips y Occidental Petroleum había expresado su preocupación por el alcance de los aumentos de precios y las acusó de "codicia corporativa y especulación".

Sin embargo, Rice, consejero delegado de EQT, calificó su preocupación de "equivocada" y dijo que es gracias al auge del gas de esquisto y a empresas como EQT que el consumidor estadounidense sigue beneficiándose de unos de los precios del gas natural más bajos del mundo.

"El precio medio del gas natural para 2021 está significativamente por debajo de la media de 20 años de aproximadamente 5,70 dólares por mcf (mil pies cúbicos)", dijo.

"Sí, el precio del gas natural ha aumentado rápidamente en relación con 2020, pero los precios del gas natural en 2020 fueron los más bajos en más de dos décadas".

Warren había dicho que los productores de gas están anteponiendo sus enormes beneficios, los precios de las acciones y los dividendos para los inversores, y los millones de dólares en salarios y bonificaciones de los directores ejecutivos a las necesidades de los consumidores estadounidenses.

Los productores de esquisto han estado destinando sus beneficios a los dividendos y a la recompra de acciones, en lugar de invertir en la producción, bajo la creciente presión de los inversores, ya que los años de aumento de la oferta han perjudicado los precios. (Información de Arunima Kumar en Bengaluru; edición de Arun Koyyur)