LONDRES, 3 feb (Reuters) - El sector británico de los servicios inició el año 2023 con sus peores resultados en dos años, afectado por los recortes del gasto de las empresas y los consumidores, según una encuesta publicada el viernes, en consonancia con las advertencias de recesión del Banco de Inglaterra.

No obstante, se observan indicios de mejora en algunas empresas.

La lectura final del índice de gestores de compras (PMI, por sus siglas en inglés) del sector servicios del Reino Unido de S&P/CIPS cayó a 48,7 puntos en enero, por debajo de los 49,9 de diciembre.

Se trata de su nivel más bajo desde enero de 2021, cuando el país estaba bajo las duras restricciones impuestas por causa del COVID-19.

Sin embargo, la lectura fue menos débil que la estimación preliminar para enero de 48,0 puntos.

"La última encuesta ilustra que la economía del Reino Unido corre el riesgo de caer en recesión a medida que la escasez de mano de obra, los conflictos laborales y las tasas de interés más altas pasan factura", dijo Tim Moore, director de economía de S&P Global Market Intelligence.

Sin embargo, la desaceleración fue relativamente superficial y los volúmenes de nuevos pedidos se acercaron a la estabilización, al tiempo que crecieron las ventas de exportación, lo que contribuyó a impulsar el empleo.

La tasa general de inflación de los costes se redujo a su nivel más bajo desde agosto de 2021, ya que la reducción de los precios del combustible supuso un cierto alivio, y las expectativas de actividad empresarial para el próximo año fueron las más sólidas desde abril de 2022.

El PMI compuesto, que combina la encuesta de servicios con el PMI manufacturero del martes, retrocedió a 48,5 en enero desde 49,0 en diciembre.

El Banco de Inglaterra advirtió el jueves de una recesión que duraría cinco trimestres a partir de principios de 2023, aunque su previsión para la desaceleración fue menos severa que su proyección de noviembre.

El banco central británico también suavizó sus orientaciones sobre la necesidad de futuras subidas de los tipos de interés, afirmando que respondería a unas presiones inflacionistas --especialmente entre las empresas de servicios-- más persistentes de lo esperado.

(Reporte de William Schomberg; editado en español por Flora Gómez)