El índice global de gestores de compras de S&P para los servicios rusos subió a 53,2 en noviembre desde los 51,6 de octubre, situándose aún más por encima de la marca de 50 que separa el crecimiento de la contracción.
Las nuevas exportaciones volvieron a crecer en noviembre y el empleo en el sector aumentó por decimosexto mes consecutivo.
Rusia está lidiando con una inflación persistente y ha experimentado una marcada depreciación del rublo en las últimas semanas. Las empresas observaron un marcado aumento de las cargas de costes.
"La subida de los precios de los insumos estuvo relacionada con el aumento de los costes de los proveedores, del transporte y de los salarios, y algunas mencionaron también que los movimientos desfavorables del tipo de cambio presionaron al alza los precios de compra", señaló S&P Global.
Las empresas se enfrentaron a una renovada presión sobre la capacidad, con un aumento de los trabajos pendientes por primera vez en ocho meses, aunque de forma marginal.
La confianza empresarial entre los proveedores de servicios rusos mejoró, y las empresas expresaron optimismo sobre la producción futura.
Una encuesta paralela publicada el lunes mostró que la actividad en el sector manufacturero ruso aumentó marginalmente en noviembre, gracias al crecimiento de la producción y de los nuevos pedidos, incluso cuando las empresas redujeron sus plantillas.