MADRID/LISBOA, 28 nov (Reuters) - El desarrollador de software Victor Varlamov se conecta todas las mañanas para trabajar en una soleada isla española frente a la costa de África, después de que la perspectiva de las elevadas facturas de la calefacción y un invierno más duro por la guerra de Ucrania le llevaran a abandonar su hogar adoptivo en Polonia.

No es el único que busca un modo de vida más cálido y barato, ya que las oficinas de turismo del sur de Europa han aprovechado la crisis del coste de la vida para anunciar las ventajas de pasar el invierno en el extranjero a los que viven en países más septentrionales.

Varmalov, de 50 años, junto con su esposa y su hija adolescente, se trasladó hace dos meses desde la costa báltica polaca a Gran Canaria, en el territorio español de las islas Canarias, y tiene previsto quedarse durante los próximos meses.

"La crisis económica y, sobre todo, la situación bélica me han empujado a venir aquí", dijo Varmalov, ruso de nacimiento.

La invasión rusa de Ucrania en febrero hizo que algunos precios de la energía alcanzaran niveles récord en agosto. Se han suavizado, pero es probable que sigan siendo altos y han provocado dolorosos niveles de inflación.

Antes de dejar Gdansk, donde ha vivido desde 2016, Varmalov calculó que podía ahorrar 250 euros (259 dólares) en el alquiler cada mes y pagar 140 euros por todos sus servicios energéticos e internet, en lugar de los 200 euros que pagaba sólo por la electricidad en Polonia.

Lo que ahora ahorra, lo gasta en comer fuera, dijo, y también disfruta de paseos por la playa en sus descansos para comer.

"La realidad es mejor que mis expectativas", dijo.

El gobierno regional de las Islas Canarias, donde la temperatura media en invierno es de 20 grados centígrados, lanzó en septiembre una campaña en redes sociales para atraer a trabajadores a distancia, como Varmalov, y a jubilados de países como Reino Unido, Alemania y Suecia.

"A nadie se le escapa que este invierno va a estar protagonizado por un contexto económico de gran incertidumbre a nivel europeo. (...) Una situación a la que queremos dar la vuelta en Canarias", dijo Yaiza Castilla, responsable regional de turismo, describiendo las islas como un "refugio económico".

Otros países del sur de Europa también ven el potencial.

El ministro de Turismo griego visitó en septiembre Austria y países del norte de Europa, como Suecia, para "convertir esta enorme crisis energética que asola Europa en una oportunidad".

La oficina de turismo de Portugal también ha hecho campaña y su director, Luis Araújo, dijo que las expectativas de los turistas de invierno del norte de Europa eran "muy positivas".

Los datos turísticos respaldan su optimismo.

Los datos recogidos para Reuters por el motor de búsqueda de alquileres de viviendas HomeToGo mostraron que, en comparación con el año pasado, las búsquedas procedentes de países como Reino Unido, Alemania y Países Bajos aumentaron un 36%, un 13% y un 3% para alojamientos de invierno en España, Grecia y Portugal, respectivamente.

Gabriel Escarrer, consejero delegado de la cadena hotelera española Meliá, dijo que la gente está reservando apartamentos y suites para dos o tres meses este invierno en las Islas Canarias, con una notable presencia de visitantes escandinavos.

'REFUGIO PARA EL INVIERNO' Y MÁS ALLÁ

También están llegando visitantes y más residentes permanentes de Alemania, que era muy dependiente del gas ruso antes de la guerra de Ucrania y está preocupada por la posible escasez de energía en invierno.

Entre las escuelas que están matriculando a más alumnos del extranjero, el colegio alemán de Gran Canaria recibió este año 40 solicitudes de estudiantes extranjeros, lo que, según dijo, es mayor que en años anteriores, sin dar cifras precisas.

Repeople, una asociación de "co-working" o cotrabajo en las Islas Canarias, dijo que estaba totalmente reservada para noviembre y que estaba llena en un 80% para el resto del invierno.

Entre los que ocupan una plaza en Repeople se encuentra el autónomo alemán Heiko Schäfer, de 31 años, que tiene previsto quedarse hasta Navidad.

"La actual subida de precios es un motivo para que mucha gente se traslade más al sur", dijo. "Esta isla es un refugio para el invierno".

Las compañías aéreas aumentarán en un 31% el número de asientos disponibles para las Islas Canarias, según la oficina regional de turismo.

TUI fly, la principal aerolínea que opera entre Alemania y las Islas Canarias, dijo que aumentaría los vuelos en torno a un 10% y añadió en un comunicado que los costes de la energía eran "un elemento psicológico" para empujar a más gente hacia el sur.

Airbnb, la empresa de alquileres a corto plazo, dijo que las búsquedas de estancias de invierno en el sur de Europa se triplicaron entre abril y junio.

QUEDARSE EN CASA O MUDARSE DEFINITIVAMENTE

Sin embargo, para la mayoría de los europeos del norte, ir al sur es sólo un sueño cuando el aumento del coste de la vida hace que no puedan permitirse el lujo de viajar.

En su lugar, se abastecen de artículos para mantenerse calientes, como edredones, ollas de cocción lenta y mantas eléctricas, según las cifras de ventas minoristas en Reino Unido.

Otros, sin embargo, han decidido mudarse definitivamente.

Natasha Caldeiras, de Kent, al sur de Inglaterra, y su familia se mudarán justo antes de Navidad al Portugal natal de su marido. Dicen que los precios de la energía han sido el detonante.

Caldeiras cree que el clima más cálido les permitirá encender las calefacciones durante un periodo más corto que en Reino Unido, donde sus facturas mensuales rondan las 200 libras (242 dólares) al mes y van a aumentar.

"Incluso antes de la crisis energética, nos hubiera gustado estar en Portugal por el clima", dice la joven de 28 años. "Pero con la crisis energética, (estar en Portugal) nos da más seguridad por el clima".

Murat Coskun, consejero delegado de la empresa de asesoría inmobiliaria Get Properties, dijo que la crisis del coste de la vida estaba "alimentando la tendencia" de los británicos a decidir que era el momento de irse.

"No creo que hayamos llegado aún al punto álgido", dijo. "El invierno va a ser duro".

(1 dólar estadounidense = 0,8270 libras)

(1 dólar estadounidense = 0,9636 euros)

(Información de Corina Pons en Madrid y Catarina Demony en Lisboa; información adicional de Karolina Tagaris en Atenas; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)