El gobierno central de China se comprometió la semana pasada a tomar medidas enérgicas contra la minería y el comercio de bitcoins, mientras que esta semana Mongolia Interior, también un importante centro minero, propuso medidas para erradicar el negocio. Estas medidas están acelerando el desplazamiento de las actividades mineras a Norteamérica y Asia Central.

Un funcionario de la Oficina Reguladora de Energía de Sichuan de la Administración Nacional de Energía dijo a Reuters que Sichuan no era la única provincia que estaba recopilando información sobre la criptominería.

Pero el funcionario, que no está autorizado a hablar con los medios de comunicación, se negó a decir si Sichuan anunciaría medidas para reprimir la práctica tras la reunión con las compañías eléctricas. Los medios de comunicación chinos informaron anteriormente de que Sichuan celebraría un seminario sobre criptominería el 2 de junio.

El Bitcoin y otras criptomonedas son creadas o "minadas" por ordenadores de gran potencia que compiten para resolver complejos rompecabezas matemáticos en un proceso que requiere mucha energía y que a menudo depende de los combustibles fósiles, especialmente del carbón.

La criptominería es un gran negocio en China, que representa más de la mitad del suministro mundial de criptodivisas. Pero este negocio, que consume mucha energía, podría dificultar el cumplimiento de los objetivos de neutralidad de carbono de China, según algunos analistas.

Según un estudio publicado recientemente en la revista científica Nature Communications, se prevé que el consumo anual de energía de la industria china de las criptomonedas alcance un máximo de 297 teravatios-hora en 2024, superando el nivel de consumo total de Italia y Arabia Saudí en 2016.

Sichuan, rica en recursos hidroeléctricos, es la segunda provincia de China en cuanto a minería de bitcoins, después de Xinjiang, y contribuyó a casi el 10% del hashrate, o potencia de cálculo, de China en abril, según datos recopilados por la Universidad de Cambridge.