El EIP, que gestiona unos 2.500 millones de dólares en activos, dijo que el fondo buscaría empresas en la región que ayuden a impulsar la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono.

Además de la financiación tradicional para las nuevas empresas, el EIP también les ofrece la oportunidad de conocer y trabajar con una coalición de grandes empresas industriales con las que se ha asociado, algunas de ellas con interés en las tecnologías introducidas por los nuevos actores.

Esa coalición de más de 50 empresas abarca algunos de los sectores más emisores, como la energía, el transporte y la agricultura, muchos de los cuales también respaldan el nuevo fondo, como Ferrovial, Fortum y Galp.

Hasta la fecha, EIP dijo que el modelo de conectar a los inversores estratégicos con las empresas emergentes, había dado lugar a que las empresas de la cartera firmaran más de 350 contratos por un valor combinado de más de 1.000 millones de dólares.

"Estos operadores tradicionales son los que poseen las infraestructuras críticas, y si queremos que se descarbonicen, tenemos que trabajar con ellos", dijo el socio codirector Nazo Moosa.

Otras empresas que invierten en el fondo europeo son Électricité de France, Shell, EWE AG, Mainova, AGL Energy Ltd, TrønderEnergi AS y Microsoft, a través de su Fondo de Innovación Climática.

Otros inversores financieros son el fondo soberano de Singapur GIC, Nysnø Climate Investments, respaldado por el gobierno noruego, y el fondo de pensiones holandés ABP, a través de su gestor de activos APG.

Moosa dijo que el fondo invertirá entre 10 y 40 millones de dólares en rondas de financiación de serie A, B y C, y espera invertir el dinero en los próximos dos años en hasta 18 empresas.

Hasta la fecha, el EIP ha invertido en varias empresas europeas, como el proveedor de energía renovable Zolar, el proveedor de baterías portátiles Instagrid y el proveedor de datos medioambientales, sociales y de gobernanza ESG Book.

Moosa afirmó que Europa está a la cabeza del mundo en varios aspectos de la transición hacia las bajas emisiones de carbono, lo que la convierte en un terreno de caza fértil para las nuevas empresas.

Europa aspira a convertirse en el primer continente neutro en carbono, y se espera que las normativas apoyen el objetivo, creando un probable impulso para las empresas en cartera.

Brandon Middaugh, director del Fondo de Innovación Climática de Microsoft, dijo en un comunicado que eligió a EIP como su primera inversión de fondo en tecnología climática, como parte de los esfuerzos de la empresa para convertirse en carbono negativo para 2030.

(1 dólar = 0,9948 euros)