Un grupo de estados gobernados por demócratas presentó una demanda este lunes para desafiar la decisión de la administración Trump de desmantelar el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS, por sus siglas en inglés) mediante el despido de 10.000 empleados y el cierre de agencias enteras dentro del departamento.
Fiscales generales de 19 estados y el Distrito de Columbia presentaron la demanda ante un tribunal federal en Providence, Rhode Island, argumentando que los recortes de personal y la consolidación de agencias anunciados por el Secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy, a finales de marzo, despojaron inconstitucionalmente al departamento de los recursos necesarios para cumplir con sus funciones.
La demanda indica que los despidos, sumados a anteriores ofertas de jubilación anticipada y despidos de empleados en periodo de prueba, redujeron el número de empleados de tiempo completo del HHS de 82.000 a 62.000, dejando a oficinas clave incapaces de desempeñar funciones legales establecidas.
Tras el anuncio, empleados de agencias bajo la tutela del HHS, como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), fueron puestos abruptamente en licencia administrativa el 1 de abril y se les comunicó que serían despedidos formalmente el 2 de junio.
Los estados sostienen que el efecto buscado de la reestructuración es desmantelar programas clave del HHS, y que los despidos han provocado el cierre de laboratorios de enfermedades infecciosas, el abandono de experimentos y la suspensión de colaboraciones.
Argumentan también que Kennedy no tenía la autoridad para iniciar despidos y reestructuraciones de tal magnitud, y que la administración violó la Constitución de EE. UU. al usurpar la autoridad del Congreso para crear y financiar el funcionamiento de las agencias.
El HHS declinó hacer comentarios. Ha sostenido que la reestructuración era necesaria para simplificar sus funciones y que los despidos ahorrarían a los contribuyentes 1.800 millones de dólares anuales.