MOSCÚ, 22 nov (Reuters) - El presidente ruso, Vladimir Putin, y su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, inauguraron el martes en una plaza del norte de Moscú un monumento en honor al líder revolucionario cubano Fidel Castro, mientras se comprometieron a profundizar sus lazos frente a las sanciones de Estados Unidos contra ambos países.

Fidel Castro, quien asumió el poder en Cuba en 1959, no es recordado con estatuas en su tierra natal porque, según dijo su hermano Raúl tras su muerte en 2016, quería evitar un culto a su personalidad.

Pero Putin evocó su memoria cuando le dijo a Díaz-Canel que los dos países necesitaban construir sobre la "base sólida de la amistad" establecida entre Castro y los líderes soviéticos.

"Es una verdadera obra de arte: dinámica, en movimiento, avanzando. Crea la imagen de un luchador", dijo Putin sobre la estatua, que representa a Castro mirando a lo lejos con una mano en su cadera.

Díaz-Canel, por su parte, dijo a través de un traductor: "Creo que refleja la personalidad de Fidel en la lucha, como nos encontramos hoy en la lucha".

Rusia, golpeada por las sanciones occidentales por el conflicto en Ucrania, busca fortalecer los lazos políticos y económicos con otros países que se oponen a lo que llama hegemonía estadounidense.

Cuba ha estado bajo un embargo económico estadounidense desde 1962 después de la revolución encabezada por Castro en 1959.

Al dirigirse al parlamento ruso, Díaz-Canel mostró su solidaridad al respaldar directamente la justificación declarada por Moscú para enviar sus tropas a Ucrania.

"Las razones del conflicto actual en esta zona hay que buscarlas en la política agresiva de Estados Unidos y la expansión de la OTAN hacia las fronteras de Rusia", señaló.

Ucrania y sus aliados occidentales rechazan ese argumento como un pretexto engañoso para una ocupación ilegal.

Bajo la presidencia de Castro, Cuba fue un aliado cercano de Moscú y se encontró en el centro de una de las crisis más graves de la época de la Guerra Fría cuando, en 1962, Estados Unidos detectó la construcción de plataformas de cohetes soviéticas en la isla caribeña para disparar misiles balísticos capaces de alcanzar ciudades estadounidenses.

El candente tema, conocido como la Crisis de los Misiles Cubanos, casi llevó a Estados Unidos y la Unión Soviética al borde de una guerra nuclear.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo el mes pasado que el mundo estaba más cerca del "Armagedón" que en cualquier otro momento desde esa fecha, debido a que el conflicto en Ucrania ha generado temores de una confrontación más amplia entre Rusia y la OTAN.

Cuando se le preguntó sobre posibles paralelismos, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo: "Las crisis son diferentes, aunque tanto entonces como ahora estamos hablando de un choque entre nosotros y el Occidente colectivo liderado por Estados Unidos".

Y agrego: "La experiencia de la crisis del Caribe ha sido estudiada y seguirá siendo estudiada, pero eso no será lo principal en las conversaciones" entre Putin y Díaz-Canel.

El líder cubano se encuentra en Rusia, la segunda parada de una gira que lo llevó inicialmente a Argelia. También visitará Turquía y China.

(Reporte de Reuters. Editado en español por Nelson Acosta en La Habana)