El 3 de mayo, Ucrania estimó en unos 600.000 millones de dólares la cantidad de dinero necesaria para reconstruir el país de la destrucción provocada por Rusia. Pero con la guerra todavía en pleno apogeo, es probable que la suma haya aumentado considerablemente, según la carta.

"Una parte sustancial de los costes de la reconstrucción de Ucrania, incluida la compensación a las víctimas de la agresión militar rusa, debe ser cubierta por Rusia", decía la carta, que se presentará a los ministros de finanzas de la UE el martes.

La carta, vista por Reuters, también pide que el bloque de 27 países empiece a preparar nuevas sanciones contra Moscú.

"En última instancia, si Rusia no detiene la agresión militar contra Ucrania, no debería quedar ningún vínculo económico entre la UE y Rusia, asegurando que ninguno de nuestros recursos financieros, productos o servicios contribuya a la maquinaria bélica de Rusia", decía.

Los cuatro países señalaron que la UE y los países afines ya han congelado activos pertenecientes a personas y entidades rusas y unos 300.000 millones de dólares de reservas del banco central.

"Ahora debemos identificar formas legales de maximizar el uso de estos recursos como fuente de financiación, tanto para los costes de los esfuerzos continuos de Ucrania para resistir la agresión rusa, como para la reconstrucción del país tras la guerra", dijeron.

"La confiscación de activos estatales, como las reservas del banco central o las propiedades de las empresas estatales, tiene una relación y un efecto directos en este sentido".

La Comisión Europea dijo el pasado miércoles que podría comprobar si es posible confiscar los activos rusos congelados para financiar a Ucrania según las leyes nacionales y de la UE, pero no mencionó las reservas del banco central. Varios funcionarios de la UE han advertido de que la confiscación de activos es jurídicamente complicada, ya que no existen leyes comunitarias adecuadas para ello.

"En los casos en los que no se identifiquen las vías legales para confiscar los activos, éstos deberían utilizarse como palanca y liberarse sólo una vez que Rusia compense a Ucrania por todos los daños causados", dijeron los cuatro países.

Rusia califica sus acciones en Ucrania como una "operación especial" que, según dice, no está diseñada para ocupar territorio sino para destruir las capacidades militares de su vecino del sur y capturar a lo que considera peligrosos nacionalistas.