La medida sugiere un cambio de estrategia para Monroe Energy, filial de Delta, que en el pasado ha estado entre las refinerías más pequeñas que han intentado presionar a la Agencia de Protección Medioambiental de EE UU y a la Casa Blanca para que reformen las leyes sobre biocombustibles.

El Estándar de Combustibles Renovables de EE.UU. exige a las refinerías que mezclen cada año un volumen creciente de biocombustibles en el conjunto de combustibles del país o que compren créditos de cumplimiento a quienes lo hagan.

Delta compró la refinería de petróleo de Pensilvania hace 10 años para ahorrar dinero en los costes de combustible de los aviones, la primera compra de una refinería por parte de una aerolínea.

Se espera que la refinería comience a importar productos agrícolas como el aceite de soja, que puede utilizarse para fabricar un gasóleo basado en la biomasa que satisfaga los requisitos federales de mezcla.

Delta declinó hacer comentarios, pero se refirió a su más reciente informe de presión climática, en el que se afirma que Monroe está evaluando producir combustible de aviación sostenible y otros combustibles renovables tras realizar un análisis económico y operativo adicional.

Los refinadores que no tienen esa capacidad han acumulado en el pasado grandes posiciones en estos créditos, y han tratado de presionar al gobierno federal para que reduzca su responsabilidad para evitar hacer pagos que, según ellos, amenazan la viabilidad de sus negocios.

En el pasado, Monroe Energy tuvo que pagar cientos de millones de dólares cada año para comprar créditos de cumplimiento, alegando que tenía una capacidad de mezcla limitada.

La empresa está reformando ahora dos grandes tanques dentro del complejo de la refinería Trainer, de 185.000 barriles diarios. Uno de los tanques está terminado y el segundo está previsto que se termine el mes que viene, según dos fuentes familiarizadas con el asunto. Una de las fuentes dijo que los tanques se utilizarían para mezclar biocombustibles.

La mayoría de las refinerías comerciales compran créditos de RINs a diario para evitar acumular un gran pasivo y exponerse a los precios fluctuantes, pero Monroe Energy ha ralentizado o detenido las compras en los últimos años, según fuentes del mercado, ya que la EPA retrasó los plazos de cumplimiento debido a la COVID-19.

Monroe retrasó la compra de RINs el año pasado porque pensaba que los precios de los RINs bajarían o que la empresa recibiría una exención del pago de su obligación, informó Reuters. Sin embargo, esos precios se han mantenido prácticamente iguales, según los datos de Refinitiv. La empresa tiene hasta el próximo año para comprar esos créditos.

La rama de refinado tenía un déficit de créditos de 556 millones de dólares en junio de 2022, según sus resultados trimestrales más recientes.

Los ingresos de refino de Delta se han disparado este año, ya que los márgenes de refino a nivel mundial aumentaron tras la invasión rusa de Ucrania.

En los seis primeros meses de 2022, la rama de refino de Delta ganó 323 millones de dólares, frente a las pérdidas de 283 millones de dólares de los seis primeros meses de 2021. La refinería había tenido problemas para ganar dinero desde que fue adquirida por la aerolínea, que ha intentado venderla en varias ocasiones.