El nuevo presidente ejecutivo de PDVSA, Pedro Tellechea, puso en marcha la medida este mes. Refuerza las medidas aplicadas el año pasado después de que varios compradores se saltaran los pagos por el petróleo, que proporciona la mayor parte de los ingresos del país sudamericano.

Tras asumir el timón, Tellechea lanzó una extensa auditoría de los contratos de suministro, según una orden escrita a PDVSA vista por Reuters.

Su orden congeló los cargamentos, incluso alejó a algunos buques que habían comenzado a recibir petróleo, hasta que la revisión estuviera completa y los contratos de venta pudieran ser modificados o ratificados, según documentos internos y tres personas familiarizadas con el asunto.

Hasta el 27 de enero, un total de 28 buques, incluidos 21 superpetroleros, esperaban cerca de los puertos de PDVSA para cargar unos 45 millones de barriles de crudo y combustible para la exportación. Otros cuatro buques habían cargado pero esperaban autorizaciones para partir, según el servicio de seguimiento de buques TankerTrackers.com.

Los nuevos términos reducen una amplia variedad de modalidades contractuales a unas pocas que exigen el pago anticipado de los cargamentos totalmente en efectivo o permiten el pago mediante bienes y servicios a Venezuela, pero deben recibirse antes de que Venezuela libere el petróleo, según los documentos.

PDVSA no respondió a una solicitud de comentarios.

'RESOLVER' LOS PROBLEMAS ECONÓMICOS

PDVSA explicó en un contrato visto por Reuters que el prepago en efectivo pone a la compañía "en una posición comercial favorable porque aseguraría ingresos para el país que son esenciales para resolver su situación económica".

Los nuevos modelos establecen plazos inferiores a 30 días para completar las transferencias bancarias o liquidar los saldos de deuda pendientes.

En los casos de swaps en los que la venta de petróleo relacionada supere el valor de los bienes o servicios, Venezuela deberá recibir cualquier saldo pendiente en especie antes de que el Estado asigne el siguiente cargamento, según uno de los documentos.

Incluso los compradores a largo plazo deben acatar las nuevas normas que exigen el pago íntegro en efectivo antes de cada entrega de petróleo.

En lo que va de mes, los contratos de intercambio con la cubana Cubametales y la empresa estatal iraní Naftiran Intertrade Co (NICO) se encontraban entre los pocos vigentes.

Un contrato con Chevron Corp para el pago de deuda no se vio afectado. PDVSA ha seguido cargando buques fletados por Chevron y descargando importaciones de la firma estadounidense.

Un contrato similar para pagar deuda a China con petróleo ha continuado, aunque el cliente ha enfrentado más de 30 días de retrasos en la carga, según documentos de embarque y datos de Refinitiv Eikon.

Desde que se impuso la suspensión a principios de enero, sólo uno de la lista de nuevos clientes e intermediarios de PDVSA, Hangzhou Energy, ha sido autorizado a reanudar la carga tras una prórroga del contrato de 12 meses acordada esta semana, según los documentos y una de las fuentes.

Otros contratos están en la revisión final y deberían ser autorizados pronto, dijo otra fuente.

BAJO EL RADAR

Antes de las sanciones estadounidenses, PDVSA solía recibir cartas de crédito como garantía si se autorizaba a los compradores a convertirse en clientes establecidos, y los pagos se completaban en 90 días. Los mecanismos de auditoría se suspendieron hace unos dos años, cuando las sanciones expulsaron a los clientes tradicionales, que fueron sustituidos por intermediarios poco conocidos sin historial de ventas de petróleo.

Algunos de esos nuevos intermediarios se han enfrentado a procesos judiciales bajo acusaciones de corrupción y malversación de fondos.

Tras el aumento del número de salidas de cargamentos de petróleo sin la debida compensación a PDVSA, la compañía exigió el año pasado que se le pagara por adelantado al menos una parte en efectivo o en bienes. Pero la medida no detuvo del todo los cargamentos furtivos.

Ahora, la mayoría de los contratos propuestos implican una forma de canje, de modo que PDVSA paga con petróleo a cambio de que el gobierno reciba alimentos, medicinas o servicios, incluyendo la reconstrucción de viviendas y equipos de telecomunicaciones.

La suspensión ha cogido desprevenidos incluso a los empleados de PDVSA.

"Mientras los contratos sigan suspendidos, nos han dicho que registremos todas las exportaciones en hojas de Excel", en lugar de utilizar el sistema de administración de contratos de PDVSA, dijo un empleado de la empresa.