La Comisión espera que el límite máximo ayude a los Estados miembros a frenar los precios de la energía para los hogares y las empresas, que han alcanzado máximos históricos este año tras la invasión rusa de Ucrania, lo que ha provocado una inflación y una contracción del coste de la vida.

Las propuestas serán debatidas por los ministros de energía de los 27 países miembros del bloque el 24 de noviembre.

¿ESTÁN TODOS LOS PAÍSES DE ACUERDO?

La idea de limitar los precios ha provocado persistentes desacuerdos entre los 27 Estados miembros de la UE.

Bélgica, Grecia, Italia y Polonia se encuentran entre los países que más piden que se aplique un tope al precio del gas, mientras que la mayor economía del bloque, Alemania, ha liderado la oposición.

Alemania ha dicho que un tope podría dificultar la captación de un suministro de gas muy necesario y reducir el incentivo para frenar el consumo de gas cuando los países necesitan ahorrar combustible y sustituir las entregas rusas.

¿CÓMO FUNCIONARÍA EL TOPE?

La Comisión Europea, el ejecutivo de la UE, ha propuesto aplicar el tope a los derivados con un mes de antelación en el Mecanismo de Transferencia de Títulos (TTF), la bolsa de gas con sede en los Países Bajos que sirve de referencia de precios en Europa.

No afectaría al comercio extrabursátil (OTC), que según la Comisión es una válvula de seguridad para las entregas críticas, aunque es poco probable que asuma una parte importante del comercio.

Los ministros debatirán el jueves la fórmula del tope, el nivel máximo, así como el tamaño de la diferencia entre el precio del TTF y los precios mundiales del gas natural licuado (GNL).

¿QUÉ OPINA EL MERCADO?

La Asociación de Bolsas de Energía Europeas (Europex) ha escrito a la Comisión diciendo que el plan podría suponer un riesgo importante para la estabilidad financiera y el suministro en los mercados energéticos europeos.

Europex dijo que el tope podría hacer que las empresas de servicios públicos dejaran de comprar y vender a plazo, lo que se denomina cobertura, de su producción y consumo de gas, y las llevaría a recurrir más a las operaciones extrabursátiles, no sujetas al tope, lo que, según dijo, podría aumentar los riesgos de contraparte.

Europex también dijo que el tope podría dificultar la captación de entregas de GNL por parte de las empresas de servicios públicos.

Algunos operadores han dicho que podría reducir la liquidez de las operaciones del mes anterior y provocar un aumento de las operaciones en otros productos, como el contrato del día anterior.

Simson, de la Comisión, dijo que el mecanismo está cuidadosamente diseñado para ser eficaz, sin poner en peligro la seguridad del suministro, el funcionamiento de los mercados energéticos de la UE y la estabilidad financiera.

¿EL TOPE BAJARÁ LOS PRECIOS?

Simson, al anunciar la propuesta, dijo que no había ninguna bala de plata para reducir los precios.

El contrato holandés de TTF a un mes se negocia en torno a los 120 euros/MWh, pero ha alcanzado máximos intradía por encima de los 340 euros/MWh este año.

El nivel de 275 euros es un tope más alto de lo que algunos esperaban, ya que un diplomático de la UE había sugerido previamente un rango de 150-180 euros/MWh.

NUEVO PRECIO DE REFERENCIA DEL GAS

Aunque el tope de precios está diseñado para ser una solución temporal, la Comisión quiere un punto de referencia de precios alternativo más duradero para el gas en Europa, y ha pedido a los reguladores de energía de la UE que lancen uno antes del 31 de marzo de 2023.

Históricamente, el precio del gas en el centro TTF se ha utilizado como referencia para las entregas de GNL en Europa. Pero la importante reducción de los suministros de gas ruso este año ha hecho que el precio del TTF sea extremadamente volátil, y a menudo más caro que los precios del GNL en otras regiones.

Bruselas afirma que es necesario un nuevo índice, ya que el TTF se guía por el suministro de gasoductos y ya no representa un mercado que incluya más GNL.

Algunas fuentes del sector han sugerido que la industria desarrolle un nuevo índice de referencia por su cuenta. Su éxito dependería de si la industria del gas lo utiliza.

TOPE DE PRECIOS PARA EL GAS RUSO

La Comisión sugirió un tope de precios para el gas ruso en septiembre, pero abandonó la idea tras la resistencia de los países de Europa central y oriental, preocupados porque Moscú tomara represalias cortando el gas que aún les envía.

Europa dependía de Rusia para aproximadamente el 40% de su gas antes de que Moscú invadiera Ucrania. Esa cuota ha descendido a alrededor del 8%, ya que Rusia ha cortado los suministros a Europa.

Dada esa caída, algunos diplomáticos de la UE dijeron que un tope de precios haría poco por reducir los precios europeos del gas, y funcionaría más bien como un movimiento geopolítico para recortar los ingresos a Moscú.