El llamamiento, enviado por Gou en una carta hace más de un mes, desempeñó un papel importante a la hora de convencer a los dirigentes chinos de que reabrieran rápidamente la economía y se alejaran de sus políticas de tolerancia cero COVID-19, dijo el jueves el informe, citando a personas familiarizadas con el asunto.

Foxconn, que es el mayor ensamblador de iPhones, declinó hacer comentarios, mientras que la oficina de Gou no respondió inmediatamente. La Oficina de Información del Consejo de Estado de China no pudo ser localizada de inmediato para hacer comentarios.

La planta de Zhengzhou de la empresa con sede en Taiwán, que vivió disturbios durante un mes en noviembre, levantó el jueves las restricciones de gestión de "circuito cerrado".

La planta de Zhengzhou había estado lidiando con estrictas restricciones de COVID que alimentaron el descontento entre los trabajadores por las condiciones de la fábrica, lo que provocó una caída interanual del 11,4% en los ingresos de noviembre.

Algunos analistas de Wall Street recortaron sus objetivos de envíos de iPhone para el importante trimestre de vacaciones como consecuencia de la agitación en la principal fábrica de iPhone.

Funcionarios sanitarios chinos y asesores gubernamentales aprovecharon la carta de Gou para reforzar el argumento de que el gobierno necesitaba acelerar sus esfuerzos para suavizar sus duros controles COVID-19, añadió el informe.