Las empresas extranjeras deben recibir la autorización del gobierno francés si quieren tomar una participación superior al 10% en empresas que cotizan en bolsa en sectores como la sanidad, las comunicaciones electrónicas, las nuevas tecnologías, el sector aeroespacial, los centros de datos, los medios de comunicación y la seguridad alimentaria, frente al umbral del 25% que existía antes de la pandemia.

El Ministerio señaló en un comunicado que las empresas de biotecnología también estaban sometidas a un control de inversiones extranjeras directas.

"No dejaremos que salga ninguna tecnología sensible, no dejaremos que las empresas extranjeras se hagan con el control de la tecnología sensible francesa", dijo el ministro de Economía, Bruno Le Maire, en una rueda de prensa.

Dijo que mientras la pandemia continúe y la economía siga siendo inestable, es necesario proteger a las empresas estratégicas, y por eso se ha rebajado el umbral de aplicación de la norma.

"Desde el momento en que se quiere tomar una participación del 10% en una empresa francesa que cotiza en bolsa, se está sujeto al decreto de propiedad extranjera si no se es un actor europeo", dijo Le Maire.

Le Maire dijo que la medida -que no se aplica a las empresas de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo- se prorrogó de finales de 2021 a finales de 2022. No dio ninguna indicación sobre lo que ocurrirá después de esa fecha.

En enero, Francia adoptó una postura firme contra el intento de adquisición del minorista Carrefour por parte de la canadiense Alimentation Couche-Tard, lo que supuso un duro golpe para el planteamiento de la oferta de casi 20.000 millones de dólares.

El gobierno francés también se pronunció en 2005 ante los rumores de que Danone podría recibir una oferta de compra de PepsiCo Inc.

Durante la pandemia de COVID-19, el presidente Emmanuel Macron ha intensificado los llamamientos para proteger la soberanía francesa en ámbitos como la sanidad y la industria.